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sábado, 8 de junio de 2013

Comentarios al texto "ENLACE: ¿Qué vamos a hacer?" de Blanca Heredia.

Comentarios a lo publicado por Blanca Heredia en La Razón el día 8 de junio de 2013 http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=175668  y otros comentarios hechos a la misma colega en el 9 de febrero de 2013, los cuales no han tenido respuesta alguna de su parte y que deseo compartir públicamente.

Comentarios de Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar:

Estimada Blanca, aun cuando por mi anterior mensaje -el cual te reproduzco más abajo-, me doy cuenta que a pesar de que publicas tu dirección electrónica en tus intervenciones periodísticas, no necesariamente reaccionas o tomas en cuenta a quienes nos tomamos el tiempo de escribirte nuestra opinión a tus textos, ya sea -supongo yo- por falta de tiempo o quizá por considerarnos -en este caso concreto, por considerarme- que no estamos a tu nivel, de todas formas, quisiera hacerte nuevamente unas observaciones a tus dichos, que ya veré yo la forma de publicar por otro medio, ya que “La Razón” no admite comentarios directos a ellos en su versión digital.

Blanca, coincido y suscribo en este caso todo lo dicho por vos en el artículo que publica la Razón del día de hoy sábado 8 de junio de 2013, al cual solo me permitiría hacer algunos aportes o comentarios:

1.    Efectivamente no es nada estimulante el anécdota que relatas en tu texto, pero lo verdaderamente lamentable es que ello refleje una cultura, la cultura muy arraigada en México de la "tranza", de “la mordida”, de "el que no tranza, no avanza", de que "a mí no me den, póngame donde hay", del "no me doy por mal servido", etcétera, etcétera, etcétera..., que es tan común en México, es más, recuerdo un comentario atribuido al expresidente Adolfo López Mateos –qepd- (el cual seguramente vos no conociste por tu edad), que rezaba así: "los mexicanos formamos una larga cadena humana, donde todos tenemos metida una mano en el bolsillo del que sigue, y ¡ay de aquel que se atreva a romperla…!!!". Si mi querida Blanca, lamentablemente es así, es más, México a nivel internacional -y de eso vos debes haberte cerciorado cuando fuiste funcionaria de la OCDE- dentro de las muchas cosas buenas que le distinguen, cuenta con el terrible lastre de ser un país reconocido mundialmente por su nivel de corrupción, mismo que permea todas las capas y estamentos sociales, aderezado por una impunidad que raya en lo insólito e increíble, igualmente reconocida como existente desde la más alta investidura de la nación, hasta los niveles más bajos de la estructura social -a pesar de que haya una inmensa masa silenciosa que no participe de esa cultura de la corrupción y la impunidad-, cosa que en nada nos debe hacer sentirnos orgullosos, y si avergonzados, que además nos ha costado demasiado como país.

2.    Por lo expuesto en el punto anterior, es que he sugerido en varios libros y publicaciones[1] que en México se hace necesario priorizar ciertos valores en la educación, sin demérito de todo el bagaje valórico que se pretende enseñar, trasmitir, inculcar o como ahora pomposamente se dice “empoderar” en las nuevas generaciones a través de la educación, como una forma de atacar aquellos problemas que más lastiman nuestra identidad, que más envician nuestra diaria convivencia, que más indignan a nuestra sociedad -la violencia, la corrupción y la impunidad respectivamente-, como pudieran ser los valores del respeto a la vida, al estado de derecho y a la honestidad. Evitando con ello perdernos en un “mar” de intrincadas madejas de derechos y valores que acaban por ser meras declaraciones o listas a memorizar para el examen de civismo en las escuelas, pero que no tienen un significado y traducción real en los cambios de cultura que el país requiere y necesita con urgencia.

3.    Por otra parte, me referiré a la prueba ENLACE en sí misma, como instrumento que implique consecuencias de las llamadas “duras” para los docentes, ya mencionadas en la mal llamada Reforma Educativa mexicana – digo mal llamada educativa, porque hasta ahora solo ha dado señales de ser “administrativa” o “laboral”-, en tanto que ENLACE será uno de los elementos a considerar para determinar la permanencia o no de los docentes en sus cargos. De este tema deberán de hacerse cargo insoslayablemente las legislaciones o leyes secundarias de dicha Reforma, ya que los resultados de este instrumento (ENLACE), como ya se sabe y existe evidencia técnicamente rigurosa en todo el mundo, de que en ellos gravita además de la acción educativa intencionada de los docentes; las condiciones en que se da el hecho educativo, condiciones en el caso mexicano de extrema inequidad social y educativa; así como las diferencias de entrada del capital cultural de los alumnos que cada docente atiende; condiciones y diferencias que en países como el nuestro son a veces más determinantes en los resultados de pruebas estandarizadas como ENLACE, que la misma intención y preparación de los docentes. Es necesario entonces, como he manifestado en múltiples publicaciones la construcción de un Índice de Esfuerzo Escolar[2], el cual aísle y controle las distorsiones que generan las condiciones de inequidad y las diferencias de entrada de los alumnos, a los efectos de poder rescatar el verdadero esfuerzo realizado por los alumnos y los docentes, para así poder instalar un verdadero sistema de capacitación ad hoc a las necesidades y de estímulos, recompensas y en última instancia la no permanencia de los docentes. Decidirse en primera instancia por la no permanencia de los docentes a partir de los resultados “brutos” de ENLACE, antes de instrumentar un sistema racional de capacitación, apoyos y reciclamiento de capacidades docentes y laborales, es una verdadera barbaridad, que denotaría ignorancia por parte de las autoridades y atentaría contra los legítimos derechos laborales de los trabajadores de la educación. 

4.    Adicionalmente, coincido con vos en que hay que revisar en detalle la supuesta mejora sustantiva que vos denuncias, reflejada en el incremento de la proporción de alumnos que se ubican como excelentes en ENLACE de 2006 a 2012, más aún, cuando en la prueba estandarizada que se aplica a nivel internacional -PISA-, no se han observado incrementos tan pronunciados, de la cual además sabremos los resultados de su aplicación 2012 a finales de este 2013, ocasión que permitirá hacer un análisis comparativo más acucioso, sin que esto quiera decir que definitivo, ya que la misma también adolece de diversas limitaciones, que no viene al caso mencionar aquí. Tarea de revisión que muy bien pudiera asumir el nuevo INEE en su calidad de responsable de la Evaluación de la Educación mexicana, en tanto se entiende el término “Evaluación” como emitir un juicio de valor y no solo aportar datos, reportes e informes –algunos verdaderamente ininteligibles para quienes debieran ser sus principales usuarios, los docentes-, así como haciendo honor a la supuesta nueva “independencia” y “autonomía” que le debiera significar su estatus orgánico y político. 

5.    Por último me referiré a lo que vos indicas al final de tu texto “el balance costo-beneficio de usar ENLACE para evaluar a los maestros”. Renunciar a este ejercicio de evaluación, a lo que ha significado la aplicación de más de 100 millones de pruebas, a la información ahí contenida y a la que puede incorporarse con sucesivas aplicaciones, sería una verdadera “estupidez” con perdón de la palabra. El hecho de que la complejidad de la aplicación, el inmenso volumen que el operativo en sí significa, las fugas de información y la falta de explotación racional de esta información en el pasado, pudieran justificar la eliminación de este esfuerzo evaluativo a los ojos del sentido común, eliminarlo sería un verdadero despropósito, disparate, desatino, insensatez o hasta se podría catalogar como esquizofrenia del sistema, sería tanto como tirar a la basura más de 100 millones de dólares, suponiendo conservadoramente un costo mínimo de 1 dólar por prueba aplicada y procesada (costo que incluye la investigación asociada al diseño del modelo de evaluación implícito, los ítemes, las pruebas, sus sistemas de seguridad, su reproducción, su trasporte, la capacitación de los aplicadores, sus honorarios, el proceso de su información, el análisis de sus resultados, el diseño de la publicación de resultados, su publicación en sí, los sueldos y salarios de toda la estructura educativa, etc.). No es posible que una inversión de esta magnitud se deseche “así nomás”, eso sería tanto como sumarnos a la corrupción e impunidad que se cuestiona en este artículo. Más bien lo que se hace necesario, es que se reoriente, se redirija y se pongan los señores del área de evaluación de la SEP y del INEE a trabajar y a optimizar el uso y explotación de esta basta y riquísima información acumulada y por acumular, como elemento de juicio para informar, evaluar y hasta denunciar el estado real de la educación mexicana y sobre todo para apoyar directamente la mejora educativa del país, pero por ningún motivo tirar a la basura todo el bagaje de información acumulada, si es necesario, lo que debiera revisarse y en su caso cambiar, es el cuerpo de funcionarios que no han sabido hacer una utilización racional de este esfuerzo faraónico de todo el sistema educativo nacional, en ellos cabe la responsabilidad de no haberle dado el verdadero uso y valor que tiene.  

En fin, ojalá esta vez tenga más suerte y si podamos entablar un diálogo constructivo sobre estas temáticas que a ambos nos inquietan, a los efectos de retroalimentarnos y aportar algo al debate de tan importante tema, como lo es la educación mexicana.

Dejo entonces hasta aquí mis comentarios y te mando un saludo afectuoso.

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[1] "Un ejercicio de educación comparada, México en el contexto internacional" y "Evaluar y rendir cuentas en educación… ¿para qué?” publicados en la serie de libros "Una Propuesta para México", tomo “Hacia una Educación Diferente”. Publicado por “Agenda para el México Contemporáneo A.C." Edición en español, 8 de noviembre de 2012.

“El Futuro de la Educación Mexicana, apoyado en su pasado y visto desde su presente”. En el libro “La Disputa por la educación. Por el México que queremos”. Editorial Aguilar. pp 293-333 http://www.librosaguilar.com/mx/libro/la-disputa-por-la-educacion/ Edición en español, Nov. de 2011.

[2] “Algunos apuntes para la legislación secundaria de la Reforma Educativa Mexicana”. Revista de Educación y Cultura AZ. pp 40 a 45 http://www.educacionyculturaaz.com/069/069-AZMAYO2013.pdf Edición en español, May. de 2013.

“Los extremos de un sub-continente. La educación mexicana y chilena, un ejercicio de análisis comparado y un primer acercamiento a una Línea de Base.” Revista de Educación y Cultura AZ. pp 6 a 29 http://www.educacionyculturaaz.com/articulos-az/los-extremos-de-un-sub-continente-la-educacion-mexicana-y-la-chilena-un-ejercicio-de-analisis-comparado-y-un-primer-acercamiento-a-una-linea-de-base/ Edición en español, Mar. de 2013.

“La utopía anunciada: la autonomía del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa INEE y la mejora de la calidad de la educación mexicana” Revista de Educación y Cultura AZ. pp 31 a 35. http://www.educacionyculturaaz.com/064/064-AZDICIEMBRE2012.pdf Edición en español, Dic. de 2012.

“El Privilegio de la Duda…”. http://jcpps.blogspot.com/2012/10/el-privilegio-de-la-duda.html  Edición personal en español. Noviembre de 2012.

Atentamente,
                        Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar
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From: jcpps@hotmail.com
To: bherediar@yahoo.com
Subject: Consulta completa
Date: Sat, 9 Feb 2013 04:32:45 +0000

Estimada Blanca, no sé si me recuerdas, mi nombre es Juan Carlos Palafox y trabajé en el tercer piso del mismo edificio donde vos te desempeñaste como responsable de la Oficina de la OCDE en México (Presidente Masaryk 526, Polanco), en cuyo momento yo era el coordinador del área de educación de UNESCO-México (2006 a 2009) y en alguna ocasión nos cruzamos o coincidimos en algún evento específico. Dicho lo anterior, me atrevo a distraer tu atención, en primer término, para enviarte un saludo afectuoso y en segunda instancia, para manifestarte varias inquietudes que me surgen a partir de algunas notas que te he leído en distintos medios de comunicación, en particular en tu nota publicada el día de hoy en http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=158802 titulada La evaluación educativa según la Sra. Gordillo.

Si bien coincido con algunas partes de lo que vos argumentas, me parece que no incorpora todos los elementos de la ecuación, como corresponde a un fenómeno de la complejidad como lo es el tema educativo y su calidad.

Se dice inicialmente en la nota de referencia:

Su primer cuestionamiento (aludiendo a la Maestra Elba Esther Gordillo) se refiere “[a] quienes están legitimados para decidir acerca de ella [la evaluación educativa], a partir de qué premisas y qué se busca una vez obtenidos sus resultados”. Sus preguntas son válidas. El problema, sin embargo, es que para ella la autoría de un determinado instrumento de evaluación pareciera más importante que su contenido. Dicho más claramente, a la Sra. Gordillo lo que no le gusta de PISA, por ejemplo, no tiene que ver con si es o no un instrumento riguroso y mide bien lo que hay que medir, sino con que su diseño y gestión sean coordinados por la OCDE.

En relación a lo expuesto en este punto conviene precisar: 1. la OCDE no es especialista en la materia educativa; 2. tiene un sesgo en cuanto al perfil de países que tienen el mayor peso de decidir sobre el qué y cómo se construyen los instrumentos; y 3. sus instrumentos no evalúan a la totalidad de los educandos de la educación de los países en que se aplica, sino solo a una muestra. En cuanto lo primero, baste con una metáfora, si vos tuvieras un fuerte dolor de estómago, ¿te atenderías con un veterinario? ciertamente el veterinario tiene conocimientos sobre múltiples padecimientos, pero ¿no sería mejor atenderte primero por un médico general o en caso dado por un gastroenterólogo? y solo a falta de ellos recurrir al veterinario. En el segundo aspecto, relativo el sesgo inherente a los instrumentos, vos, yo y todo mundo sabe que la OCDE es un Organismo en cuyo seno participan con voz y voto países que generalmente pertenecen a los llamados desarrollados (con algunas excepciones), cuyo peso específico en la Organización y en lo que ella hace son determinantes, por lo que sus visiones del mundo se filtran a sus instrumentos. Finalmente, la cobertura de los instrumentos de PISA, a nivel de países no se aplica al total de los alumnos sino solo a una muestra de chicos de 15 años de edad, mediante una prueba de papel y lápiz, aplicada en una sola ocasión, por lo que da cuenta aparentemente -parafraseando a los organismos de sesgo económico como la OCDE- del "producto terminado" a nivel de país, lo cual según la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la Ley General de Educación, es responsabilidad del Ejecutivo Federal y sus homólogos estatales, de nadie más. Por lo que si hay alguien a quien responsabilizar del "producto terminado" según el Estado de Derecho, es al Ejecutivo Federal, al Secretario de Educación y a sus homólogos estatales. Y aquí cabe la pregunta, ¿están dispuestos los Secretarios de Educación Estatales, el Secretario de Educación Pública nacional y el Jefe del Ejecutivo Federal responsables por Ley de la educación mexicana, a ser destituidos porque la educación mexicana salga mal en las pruebas de PISA de 2012 a publicarse sus resultados a fines de este año? o ¿están dispuestos a que se les aplique la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos a los funcionarios de las administraciones anteriores por dichos resultados?, si no lo están arguyendo que no es posible compararnos con países de realidades socioculturales distintas (comparar "peras con manzanas"), ¿por qué entonces los maestros si deberán ser destituidos a partir de una prueba muestral aplicada a poblaciones diferentes en condiciones distintas? Y dado que es muestral ¿cuáles de los maestros deberían permanecer? Por favor, esto no resiste el más elemental análisis.

En segunda instancia se dice:

Su segundo cuestionamiento apunta a que, según ella (siempre refiriéndose a los dichos de la Maestra Gordillo), la evaluación educativa que se viene aplicando en el país (ENLACE y PISA) no toma suficientemente en cuenta el peso de factores tales como: “la nutrición de los educandos, sus niveles de salud, el ambiente sociocultural en que se desenvuelven, o las condiciones físicas y de equipamiento de las escuelas” sobre el logro educativo. Lo ha dicho muchas veces, para la líder del SNTE las causas de nuestro desastre educativo se ubican, sobre todo, en factores extra-escolares, sobre los cuales ella y el gremio que representa no tienen ningún control. Sin negar el impacto de esos factores sobre la calidad educativa, la posición de la Sra. Gordillo revela irresponsabilidad sobre lo que sí le toca a ella y a los docentes. Y eso que sí les toca y que es lo que ocurre dentro de la escuela, importa y mucho. Así lo indica, entre otros, el número inusualmente alto de escuelas mexicanas cuyos puntajes en PISA, por ejemplo, son muy superiores a lo que sería esperable dado el nivel socioeconómico de su alumnado.

En relación a estos argumentos, me parece que para un periodista vale la expresión "desastre", buscan vender su periódico, elevar su rating o ser sintonizados en la radio, pero para cualquier académico me parece poco riguroso,  sin que de ninguna manera quiera yo decir que el nivel educativo de México no sea preocupante, al igual que la pobreza, la inequidad, la obesidad infantil, la corrupción, la impunidad, la violencia, etc., aspectos que a la luz de los datos duros comparables a nivel mundial, si pudiéramos emplear adjetivos mucho más crudos. Lo anterior lo digo como académico, ámbito donde se acostumbra llamar a las cosas por su nombre, pero no con adjetivos catastróficos y poco realistas cuando los datos duros comparables a nivel mundial no lo justifican, y no solo cuando se compara con los países desarrollados, calidad que no tenemos-. Por otro lado, no existe investigación dura en el mundo, incluyendo PISA y ENLACE que no reconozcan que efectivamente el nivel sociocultural de entrada de los alumnos es el factor que más explica los rendimientos educativos de los alumnos en pruebas descontextualizadas como las que estamos hablando y nunca he leído en sus informes el término "desastre" y si “preocupante, complicado, deficitario, bajo, etc.” Una regresión simple demuestra claramente que el rendimiento educativo de México en PISA2009, vinculado -por ejemplo- con el Índice de Desarrollo Humano, es muy cercano al esperado y por encima de países como: España, Estados Unidos, Irlanda, Luxemburgo, Australia, Israel y Noruega, países pertenecientes a la OCDE. Asimismo, si se analizan los resultados sin contextualizar de PISA2009 con la totalidad de los países participantes, entonces México se ubica en el 3er cuarto de la distribución y no en el último. Lo anterior indica que los maestros y el sector educativo mexicano logran los resultados esperables según el estado de las demás variables del desarrollo del país. (Una cosa puntual, que significa "número inusualmente alto", eso no dice nada en un universo de alrededor de más de 150,000 escuelas oficiales, ¿cuántas son inusualmente?, 5, 50, 500, 5,000, 50,000 ¿cuántas?)

Por último, en nota se dice:

Su tercera crítica (igualmente referido a lo dicho por la Maestra Gordillo) se refiere a las implicaciones para los docentes del tipo de evaluación educativa por aplicarse en México. El modelo de evaluación educativa sobre el que, pareciera, inspirarse la reforma aprobada recientemente, en efecto, reconoce al docente como la piedra angular de la calidad del sistema educativo y, en consecuencia, tendrá que vincular de alguna forma y como ocurre en cualquier profesión normal, la permanencia y promoción de los docentes en sus cargos con la evaluación justa y transparente de su desempeño. Estos elementos no son un capricho, sino el resultado de la investigación más sólida disponible a nivel nacional e internacional. Para la Sra. Gordillo, sin embargo, estos detalles técnicos y, más generalmente, todo lo relativo a la calidad de los aprendizajes de los alumnos, es pecata minuta. Lo que a ella le importa es conservar la gestión monopólica de los privilegios adquiridos de los docentes. De eso se trata su chamba.

En este punto coincido con vos en "reconocer al docente como la piedra angular de la calidad del sistema educativo y, en consecuencia, tendrá que vincular de alguna forma y como ocurre en cualquier profesión normal, la permanencia y promoción de los docentes en sus cargos con la evaluación justa y transparente de su desempeño", si y solo si, esas dos palabras se cumplen, JUSTA Y TRASPARENTE, ambas características que hasta ahora no han sido las que distinguen a PISA y a ENLACE, no porque sean injustas y/o turbias, sino porque no les ha interesado serlo, solo han puesto su énfasis en ser sistemas de medición y no necesariamente de evaluación, cuyos resultados además han sido manipulados por los medios masivos de comunicación en forma por demás descontextualizada, donde solo se ponderan las llamadas "carreras de caballos", donde obviamente Chile (país donde radico) y México (mi país natal) generalmente ocupan el penúltimo y último lugar respectivamente, ¿será entonces, siguiendo tu línea argumentativa, que los resultados igualmente "desastrosos" de Chile en PISA, también son culpa del SNTE? ¡¡¡POR FAVOR!!! El mal llamado "desastre" en materia educativa, es responsabilidad de quienes son también responsables de las demás variables del desarrollo, quienes no se han puesto las pilas y en el caso de nuestro país "han favorecido la política de dejar pasar y dejar hacer, si con ello garantizan sus privilegios", culpemos a quienes son los culpables, responsabilicemos a quienes son los responsables.

Ahora bien, todo lo anterior de ninguna manera quiere decir que yo afirme que la educación Mexicana o Chilena sea la que debiera ser, la que se desea y la que nuestros pueblos merecen, lejos estamos de lo que existe en otras latitudes; ni que justifique las malas prácticas que en materia sindical se dan en México, pero hay que ponderar en su estricta dimensión los distintos componentes de la ecuación y reconocer que ningún sindicato en toda la historia del sindicalismo a nivel mundial, ha renunciado a defender la permanencia laboral de sus agremiados, o ¿es que si los hay? Y por obvias razones, la representación sindical no puede esperanzarse a la locución conjuntiva o verbal “pareciera”, sino que su condición de representante de los derechos adquiridos de sus agremiados le obliga a vigilar que lo que “pareciera”, efectivamente sea trasparente y justo. En concreto, no esperarse a ver si sucede o no.

En fin, el asunto no es lineal, es un fenómeno sumamente complejo, multifactorial, sistémico y eminentemente cultural, por ello, hasta en tanto no haya claridad en las características finas del modelo, no es dable, ni por partidarios ni por detractores de la evaluación, calificar lo que apenas se esboza en la Reforma Educativa de bueno o malo, esto no puede ser “un cheque en blanco”, merece y requiere ser objetivos, constructivos y serios en el análisis, evitando las descalificaciones per se, de unos o de otros, que solo abonan a la polarización de algo que es necesario, pero que debe dar todas las garantías de validez, confiabilidad, trasparencia y justicia que exige el derecho del pueblo de México a una educación de calidad.

Blanca, con todo lo anterior solo pretendo aportar al debate educativo en este momento histórico tan sui generis y trascendente de nuestra patria y solo eso. Recibe un saludo afectuoso desde el verano austral de Santiago de Chile.

Atentamente,
 
Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar