Comentarios
a lo publicado por Blanca Heredia en La Razón el día 8 de junio de 2013
http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=175668 y otros comentarios hechos a la misma colega
en el 9 de febrero de 2013, los cuales no han tenido respuesta alguna de su
parte y que deseo compartir públicamente.
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Subject: Consulta completa
Date: Sat, 9 Feb 2013 04:32:45 +0000
Ahora bien, todo lo anterior de ninguna manera quiere decir que yo afirme que la educación Mexicana o Chilena sea la que debiera ser, la que se desea y la que nuestros pueblos merecen, lejos estamos de lo que existe en otras latitudes; ni que justifique las malas prácticas que en materia sindical se dan en México, pero hay que ponderar en su estricta dimensión los distintos componentes de la ecuación y reconocer que ningún sindicato en toda la historia del sindicalismo a nivel mundial, ha renunciado a defender la permanencia laboral de sus agremiados, o ¿es que si los hay? Y por obvias razones, la representación sindical no puede esperanzarse a la locución conjuntiva o verbal “pareciera”, sino que su condición de representante de los derechos adquiridos de sus agremiados le obliga a vigilar que lo que “pareciera”, efectivamente sea trasparente y justo. En concreto, no esperarse a ver si sucede o no.
En fin, el asunto no es lineal, es un fenómeno sumamente complejo, multifactorial, sistémico y eminentemente cultural, por ello, hasta en tanto no haya claridad en las características finas del modelo, no es dable, ni por partidarios ni por detractores de la evaluación, calificar lo que apenas se esboza en la Reforma Educativa de bueno o malo, esto no puede ser “un cheque en blanco”, merece y requiere ser objetivos, constructivos y serios en el análisis, evitando las descalificaciones per se, de unos o de otros, que solo abonan a la polarización de algo que es necesario, pero que debe dar todas las garantías de validez, confiabilidad, trasparencia y justicia que exige el derecho del pueblo de México a una educación de calidad.
Comentarios de Juan
Carlos Palafox Pérez de Salazar:
Estimada
Blanca, aun cuando por mi anterior mensaje -el cual te reproduzco más abajo-,
me doy cuenta que a pesar de que publicas tu dirección electrónica en tus
intervenciones periodísticas, no necesariamente reaccionas o tomas en cuenta a
quienes nos tomamos el tiempo de escribirte nuestra opinión a tus textos, ya
sea -supongo yo- por falta de tiempo o quizá por considerarnos -en este caso
concreto, por considerarme- que no estamos a tu nivel, de todas formas,
quisiera hacerte nuevamente unas observaciones a tus dichos, que ya veré yo la
forma de publicar por otro medio, ya que “La Razón” no admite comentarios
directos a ellos en su versión digital.
Blanca,
coincido y suscribo en este caso todo lo dicho por vos en el artículo que
publica la Razón del día de hoy sábado 8 de junio de 2013, al cual solo me
permitiría hacer algunos aportes o comentarios:
1. Efectivamente no es nada estimulante el anécdota
que relatas en tu texto, pero lo verdaderamente lamentable es que ello refleje
una cultura, la cultura muy arraigada en México de la "tranza", de
“la mordida”, de "el que no tranza, no avanza", de que "a mí no
me den, póngame donde hay", del "no me doy por mal servido",
etcétera, etcétera, etcétera..., que es tan común en México, es más, recuerdo
un comentario atribuido al expresidente Adolfo López Mateos –qepd- (el cual
seguramente vos no conociste por tu edad), que rezaba así: "los mexicanos
formamos una larga cadena humana, donde todos tenemos metida una mano en el
bolsillo del que sigue, y ¡ay de aquel que se atreva a romperla…!!!". Si
mi querida Blanca, lamentablemente es así, es más, México a nivel internacional
-y de eso vos debes haberte cerciorado cuando fuiste funcionaria de la OCDE-
dentro de las muchas cosas buenas que le distinguen, cuenta con el terrible
lastre de ser un país reconocido mundialmente por su nivel de corrupción, mismo
que permea todas las capas y estamentos sociales, aderezado por una impunidad
que raya en lo insólito e increíble, igualmente reconocida como existente desde
la más alta investidura de la nación, hasta los niveles más bajos de la
estructura social -a pesar de que haya una inmensa masa silenciosa que no
participe de esa cultura de la corrupción y la impunidad-, cosa que en nada nos
debe hacer sentirnos orgullosos, y si avergonzados, que además nos ha costado
demasiado como país.
2. Por lo expuesto en el punto anterior, es
que he sugerido en varios libros y publicaciones[1] que en México se hace
necesario priorizar ciertos valores en la educación, sin demérito de todo el
bagaje valórico que se pretende enseñar, trasmitir, inculcar o como ahora
pomposamente se dice “empoderar” en las nuevas generaciones a través de la
educación, como una forma de atacar aquellos problemas que más lastiman nuestra
identidad, que más envician nuestra diaria convivencia, que más indignan a
nuestra sociedad -la violencia, la corrupción y la impunidad respectivamente-,
como pudieran ser los valores del respeto a la vida, al estado de derecho y a
la honestidad. Evitando con ello perdernos en un “mar” de intrincadas madejas
de derechos y valores que acaban por ser meras declaraciones o listas a
memorizar para el examen de civismo en las escuelas, pero que no tienen un
significado y traducción real en los cambios de cultura que el país requiere y
necesita con urgencia.
3. Por otra parte, me referiré a la prueba
ENLACE en sí misma, como instrumento que implique consecuencias de las llamadas
“duras” para los docentes, ya mencionadas en la mal llamada Reforma Educativa
mexicana – digo mal llamada educativa, porque hasta ahora solo ha dado señales
de ser “administrativa” o “laboral”-, en tanto que ENLACE será uno de los
elementos a considerar para determinar la permanencia o no de los docentes en
sus cargos. De este tema deberán de hacerse cargo insoslayablemente las
legislaciones o leyes secundarias de dicha Reforma, ya que los resultados de
este instrumento (ENLACE), como ya se sabe y existe evidencia técnicamente
rigurosa en todo el mundo, de que en ellos gravita además de la acción
educativa intencionada de los docentes; las condiciones en que se da el hecho
educativo, condiciones en el caso mexicano de extrema inequidad social y
educativa; así como las diferencias de entrada del capital cultural de los
alumnos que cada docente atiende; condiciones y diferencias que en países como
el nuestro son a veces más determinantes en los resultados de pruebas
estandarizadas como ENLACE, que la misma intención y preparación de los
docentes. Es necesario entonces, como he manifestado en múltiples publicaciones
la construcción de un Índice de Esfuerzo Escolar[2], el cual aísle y controle
las distorsiones que generan las condiciones de inequidad y las diferencias de
entrada de los alumnos, a los efectos de poder rescatar el verdadero esfuerzo
realizado por los alumnos y los docentes, para así poder instalar un verdadero
sistema de capacitación ad hoc a las necesidades y de estímulos, recompensas y
en última instancia la no permanencia de los docentes. Decidirse en primera
instancia por la no permanencia de los docentes a partir de los resultados
“brutos” de ENLACE, antes de instrumentar un sistema racional de capacitación,
apoyos y reciclamiento de capacidades docentes y laborales, es una verdadera
barbaridad, que denotaría ignorancia por parte de las autoridades y atentaría
contra los legítimos derechos laborales de los trabajadores de la
educación.
4. Adicionalmente, coincido con vos en que hay
que revisar en detalle la supuesta mejora sustantiva que vos denuncias,
reflejada en el incremento de la proporción de alumnos que se ubican como
excelentes en ENLACE de 2006 a 2012, más aún, cuando en la prueba estandarizada
que se aplica a nivel internacional -PISA-, no se han observado incrementos tan
pronunciados, de la cual además sabremos los resultados de su aplicación 2012 a
finales de este 2013, ocasión que permitirá hacer un análisis comparativo más
acucioso, sin que esto quiera decir que definitivo, ya que la misma también
adolece de diversas limitaciones, que no viene al caso mencionar aquí. Tarea de
revisión que muy bien pudiera asumir el nuevo INEE en su calidad de responsable
de la Evaluación de la Educación mexicana, en tanto se entiende el término
“Evaluación” como emitir un juicio de valor y no solo aportar datos, reportes e
informes –algunos verdaderamente ininteligibles para quienes debieran ser sus
principales usuarios, los docentes-, así como haciendo honor a la supuesta nueva
“independencia” y “autonomía” que le debiera significar su estatus orgánico y
político.
5. Por último me referiré a lo que vos indicas
al final de tu texto “el balance costo-beneficio de usar ENLACE para evaluar a
los maestros”. Renunciar a este ejercicio de evaluación, a lo que ha
significado la aplicación de más de 100 millones de pruebas, a la información
ahí contenida y a la que puede incorporarse con sucesivas aplicaciones, sería
una verdadera “estupidez” con perdón de la palabra. El hecho de que la
complejidad de la aplicación, el inmenso volumen que el operativo en sí
significa, las fugas de información y la falta de explotación racional de esta
información en el pasado, pudieran justificar la eliminación de este esfuerzo
evaluativo a los ojos del sentido común, eliminarlo sería un verdadero
despropósito, disparate, desatino, insensatez o hasta se podría catalogar como
esquizofrenia del sistema, sería tanto como tirar a la basura más de 100
millones de dólares, suponiendo conservadoramente un costo mínimo de 1 dólar
por prueba aplicada y procesada (costo que incluye la investigación asociada al
diseño del modelo de evaluación implícito, los ítemes, las pruebas, sus
sistemas de seguridad, su reproducción, su trasporte, la capacitación de los
aplicadores, sus honorarios, el proceso de su información, el análisis de sus
resultados, el diseño de la publicación de resultados, su publicación en sí,
los sueldos y salarios de toda la estructura educativa, etc.). No es posible
que una inversión de esta magnitud se deseche “así nomás”, eso sería tanto como
sumarnos a la corrupción e impunidad que se cuestiona en este artículo. Más
bien lo que se hace necesario, es que se reoriente, se redirija y se pongan los
señores del área de evaluación de la SEP y del INEE a trabajar y a optimizar el
uso y explotación de esta basta y riquísima información acumulada y por
acumular, como elemento de juicio para informar, evaluar y hasta denunciar el
estado real de la educación mexicana y sobre todo para apoyar directamente la
mejora educativa del país, pero por ningún motivo tirar a la basura todo el
bagaje de información acumulada, si es necesario, lo que debiera revisarse y en
su caso cambiar, es el cuerpo de funcionarios que no han sabido hacer una
utilización racional de este esfuerzo faraónico de todo el sistema educativo
nacional, en ellos cabe la responsabilidad de no haberle dado el verdadero uso
y valor que tiene.
En
fin, ojalá esta vez tenga más suerte y si podamos entablar un diálogo
constructivo sobre estas temáticas que a ambos nos inquietan, a los efectos de
retroalimentarnos y aportar algo al debate de tan importante tema, como lo es
la educación mexicana.
Dejo
entonces hasta aquí mis comentarios y te mando un saludo afectuoso.
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[1]
"Un ejercicio de educación comparada, México en el contexto
internacional" y "Evaluar y rendir cuentas en educación… ¿para qué?”
publicados en la serie de libros "Una Propuesta para México", tomo
“Hacia una Educación Diferente”. Publicado por “Agenda para el México Contemporáneo
A.C." Edición en español, 8 de noviembre de 2012.
“El
Futuro de la Educación Mexicana, apoyado en su pasado y visto desde su
presente”. En el libro “La Disputa por la educación. Por el México que
queremos”. Editorial Aguilar. pp 293-333
http://www.librosaguilar.com/mx/libro/la-disputa-por-la-educacion/ Edición en
español, Nov. de 2011.
[2]
“Algunos apuntes para la legislación secundaria de la Reforma Educativa
Mexicana”. Revista de Educación y Cultura AZ. pp 40 a 45
http://www.educacionyculturaaz.com/069/069-AZMAYO2013.pdf Edición en español,
May. de 2013.
“Los
extremos de un sub-continente. La educación mexicana y chilena, un ejercicio de
análisis comparado y un primer acercamiento a una Línea de Base.” Revista de
Educación y Cultura AZ. pp 6 a 29
http://www.educacionyculturaaz.com/articulos-az/los-extremos-de-un-sub-continente-la-educacion-mexicana-y-la-chilena-un-ejercicio-de-analisis-comparado-y-un-primer-acercamiento-a-una-linea-de-base/
Edición en español, Mar. de 2013.
“La
utopía anunciada: la autonomía del Instituto Nacional para la Evaluación
Educativa INEE y la mejora de la calidad de la educación mexicana” Revista de
Educación y Cultura AZ. pp 31 a 35.
http://www.educacionyculturaaz.com/064/064-AZDICIEMBRE2012.pdf Edición en
español, Dic. de 2012.
“El
Privilegio de la Duda…”. http://jcpps.blogspot.com/2012/10/el-privilegio-de-la-duda.html Edición personal en español. Noviembre de
2012.
Atentamente,
Juan Carlos Palafox
Pérez de Salazar--------------------------------------------------------------------------------
From:
jcpps@hotmail.com
To:
bherediar@yahoo.comSubject: Consulta completa
Date: Sat, 9 Feb 2013 04:32:45 +0000
Estimada
Blanca, no sé si me recuerdas, mi nombre es Juan Carlos Palafox y trabajé en el
tercer piso del mismo edificio donde vos te desempeñaste como responsable de la
Oficina de la OCDE en México (Presidente Masaryk 526, Polanco), en cuyo momento
yo era el coordinador del área de educación de UNESCO-México (2006 a 2009) y en
alguna ocasión nos cruzamos o coincidimos en algún evento específico. Dicho lo
anterior, me atrevo a distraer tu atención, en primer término, para enviarte un
saludo afectuoso y en segunda instancia, para manifestarte varias inquietudes
que me surgen a partir de algunas notas que te he leído en distintos medios de
comunicación, en particular en tu nota publicada el día de hoy en
http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=158802 titulada
La evaluación educativa según la Sra. Gordillo.
Si
bien coincido con algunas partes de lo que vos argumentas, me parece que no
incorpora todos los elementos de la ecuación, como corresponde a un fenómeno de
la complejidad como lo es el tema educativo y su calidad.
Se dice inicialmente
en la nota de referencia:
Su primer
cuestionamiento (aludiendo a la Maestra Elba Esther Gordillo) se refiere “[a]
quienes están legitimados para decidir acerca de ella [la evaluación
educativa], a partir de qué premisas y qué se busca una vez obtenidos sus
resultados”. Sus preguntas son válidas. El problema, sin embargo, es que para
ella la autoría de un determinado instrumento de evaluación pareciera más
importante que su contenido. Dicho más claramente, a la Sra. Gordillo lo que no
le gusta de PISA, por ejemplo, no tiene que ver con si es o no un instrumento
riguroso y mide bien lo que hay que medir, sino con que su diseño y gestión
sean coordinados por la OCDE.
En
relación a lo expuesto en este punto conviene precisar: 1. la OCDE no es
especialista en la materia educativa; 2. tiene un sesgo en cuanto al perfil de
países que tienen el mayor peso de decidir sobre el qué y cómo se construyen
los instrumentos; y 3. sus instrumentos no evalúan a la totalidad de los
educandos de la educación de los países en que se aplica, sino solo a una
muestra. En cuanto lo primero, baste con una metáfora, si vos tuvieras un
fuerte dolor de estómago, ¿te atenderías con un veterinario? ciertamente el
veterinario tiene conocimientos sobre múltiples padecimientos, pero ¿no sería
mejor atenderte primero por un médico general o en caso dado por un
gastroenterólogo? y solo a falta de ellos recurrir al veterinario. En el
segundo aspecto, relativo el sesgo inherente a los instrumentos, vos, yo y todo
mundo sabe que la OCDE es un Organismo en cuyo seno participan con voz y voto
países que generalmente pertenecen a los llamados desarrollados (con algunas
excepciones), cuyo peso específico en la Organización y en lo que ella hace son
determinantes, por lo que sus visiones del mundo se filtran a sus instrumentos.
Finalmente, la cobertura de los instrumentos de PISA, a nivel de países no se
aplica al total de los alumnos sino solo a una muestra de chicos de 15 años de
edad, mediante una prueba de papel y lápiz, aplicada en una sola ocasión, por
lo que da cuenta aparentemente -parafraseando a los organismos de sesgo
económico como la OCDE- del "producto terminado" a nivel de país, lo
cual según la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la Ley General
de Educación, es responsabilidad del Ejecutivo Federal y sus homólogos
estatales, de nadie más. Por lo que si hay alguien a quien responsabilizar del
"producto terminado" según el Estado de Derecho, es al Ejecutivo
Federal, al Secretario de Educación y a sus homólogos estatales. Y aquí cabe la
pregunta, ¿están dispuestos los Secretarios de Educación Estatales, el
Secretario de Educación Pública nacional y el Jefe del Ejecutivo Federal
responsables por Ley de la educación mexicana, a ser destituidos porque la educación
mexicana salga mal en las pruebas de PISA de 2012 a publicarse sus resultados a
fines de este año? o ¿están dispuestos a que se les aplique la Ley de
Responsabilidades de los Servidores Públicos a los funcionarios de las
administraciones anteriores por dichos resultados?, si no lo están arguyendo
que no es posible compararnos con países de realidades socioculturales
distintas (comparar "peras con manzanas"), ¿por qué entonces los
maestros si deberán ser destituidos a partir de una prueba muestral aplicada a
poblaciones diferentes en condiciones distintas? Y dado que es muestral ¿cuáles
de los maestros deberían permanecer? Por favor, esto no resiste el más
elemental análisis.
En segunda instancia
se dice:
Su segundo
cuestionamiento apunta a que, según ella (siempre refiriéndose a los dichos de
la Maestra Gordillo), la evaluación educativa que se viene aplicando en el país
(ENLACE y PISA) no toma suficientemente en cuenta el peso de factores tales
como: “la nutrición de los educandos, sus niveles de salud, el ambiente
sociocultural en que se desenvuelven, o las condiciones físicas y de
equipamiento de las escuelas” sobre el logro educativo. Lo ha dicho muchas
veces, para la líder del SNTE las causas de nuestro desastre educativo se
ubican, sobre todo, en factores extra-escolares, sobre los cuales ella y el
gremio que representa no tienen ningún control. Sin negar el impacto de esos
factores sobre la calidad educativa, la posición de la Sra. Gordillo revela
irresponsabilidad sobre lo que sí le toca a ella y a los docentes. Y eso que sí
les toca y que es lo que ocurre dentro de la escuela, importa y mucho. Así lo
indica, entre otros, el número inusualmente alto de escuelas mexicanas cuyos
puntajes en PISA, por ejemplo, son muy superiores a lo que sería esperable dado
el nivel socioeconómico de su alumnado.
En
relación a estos argumentos, me parece que para un periodista vale la expresión
"desastre", buscan vender su periódico, elevar su rating o ser
sintonizados en la radio, pero para cualquier académico me parece poco
riguroso, sin que de ninguna manera
quiera yo decir que el nivel educativo de México no sea preocupante, al igual
que la pobreza, la inequidad, la obesidad infantil, la corrupción, la
impunidad, la violencia, etc., aspectos que a la luz de los datos duros
comparables a nivel mundial, si pudiéramos emplear adjetivos mucho más crudos.
Lo anterior lo digo como académico, ámbito donde se acostumbra llamar a las
cosas por su nombre, pero no con adjetivos catastróficos y poco realistas
cuando los datos duros comparables a nivel mundial no lo justifican, y no solo
cuando se compara con los países desarrollados, calidad que no tenemos-. Por
otro lado, no existe investigación dura en el mundo, incluyendo PISA y ENLACE
que no reconozcan que efectivamente el nivel sociocultural de entrada de los
alumnos es el factor que más explica los rendimientos educativos de los alumnos
en pruebas descontextualizadas como las que estamos hablando y nunca he leído
en sus informes el término "desastre" y si “preocupante, complicado,
deficitario, bajo, etc.” Una regresión simple demuestra claramente que el
rendimiento educativo de México en PISA2009, vinculado -por ejemplo- con el
Índice de Desarrollo Humano, es muy cercano al esperado y por encima de países
como: España, Estados Unidos, Irlanda, Luxemburgo, Australia, Israel y Noruega,
países pertenecientes a la OCDE. Asimismo, si se analizan los resultados sin
contextualizar de PISA2009 con la totalidad de los países participantes,
entonces México se ubica en el 3er cuarto de la distribución y no en el último.
Lo anterior indica que los maestros y el sector educativo mexicano logran los
resultados esperables según el estado de las demás variables del desarrollo del
país. (Una cosa puntual, que significa "número inusualmente alto",
eso no dice nada en un universo de alrededor de más de 150,000 escuelas
oficiales, ¿cuántas son inusualmente?, 5, 50, 500, 5,000, 50,000 ¿cuántas?)
Por último, en nota
se dice:
Su tercera crítica
(igualmente referido a lo dicho por la Maestra Gordillo) se refiere a las
implicaciones para los docentes del tipo de evaluación educativa por aplicarse
en México. El modelo de evaluación educativa sobre el que, pareciera,
inspirarse la reforma aprobada recientemente, en efecto, reconoce al docente
como la piedra angular de la calidad del sistema educativo y, en consecuencia,
tendrá que vincular de alguna forma y como ocurre en cualquier profesión
normal, la permanencia y promoción de los docentes en sus cargos con la
evaluación justa y transparente de su desempeño. Estos elementos no son un
capricho, sino el resultado de la investigación más sólida disponible a nivel
nacional e internacional. Para la Sra. Gordillo, sin embargo, estos detalles
técnicos y, más generalmente, todo lo relativo a la calidad de los aprendizajes
de los alumnos, es pecata minuta. Lo que a ella le importa es conservar la
gestión monopólica de los privilegios adquiridos de los docentes. De eso se
trata su chamba.
En
este punto coincido con vos en "reconocer al docente como la piedra
angular de la calidad del sistema educativo y, en consecuencia, tendrá que
vincular de alguna forma y como ocurre en cualquier profesión normal, la
permanencia y promoción de los docentes en sus cargos con la evaluación justa y
transparente de su desempeño", si y solo si, esas dos palabras se cumplen,
JUSTA Y TRASPARENTE, ambas características que hasta ahora no han sido las que
distinguen a PISA y a ENLACE, no porque sean injustas y/o turbias, sino porque
no les ha interesado serlo, solo han puesto su énfasis en ser sistemas de
medición y no necesariamente de evaluación, cuyos resultados además han sido
manipulados por los medios masivos de comunicación en forma por demás
descontextualizada, donde solo se ponderan las llamadas "carreras de caballos",
donde obviamente Chile (país donde radico) y México (mi país natal)
generalmente ocupan el penúltimo y último lugar respectivamente, ¿será
entonces, siguiendo tu línea argumentativa, que los resultados igualmente
"desastrosos" de Chile en PISA, también son culpa del SNTE? ¡¡¡POR
FAVOR!!! El mal llamado "desastre" en materia educativa, es
responsabilidad de quienes son también responsables de las demás variables del
desarrollo, quienes no se han puesto las pilas y en el caso de nuestro país "han
favorecido la política de dejar pasar y dejar hacer, si con ello garantizan sus
privilegios", culpemos a quienes son los culpables, responsabilicemos a
quienes son los responsables.
Ahora bien, todo lo anterior de ninguna manera quiere decir que yo afirme que la educación Mexicana o Chilena sea la que debiera ser, la que se desea y la que nuestros pueblos merecen, lejos estamos de lo que existe en otras latitudes; ni que justifique las malas prácticas que en materia sindical se dan en México, pero hay que ponderar en su estricta dimensión los distintos componentes de la ecuación y reconocer que ningún sindicato en toda la historia del sindicalismo a nivel mundial, ha renunciado a defender la permanencia laboral de sus agremiados, o ¿es que si los hay? Y por obvias razones, la representación sindical no puede esperanzarse a la locución conjuntiva o verbal “pareciera”, sino que su condición de representante de los derechos adquiridos de sus agremiados le obliga a vigilar que lo que “pareciera”, efectivamente sea trasparente y justo. En concreto, no esperarse a ver si sucede o no.
En fin, el asunto no es lineal, es un fenómeno sumamente complejo, multifactorial, sistémico y eminentemente cultural, por ello, hasta en tanto no haya claridad en las características finas del modelo, no es dable, ni por partidarios ni por detractores de la evaluación, calificar lo que apenas se esboza en la Reforma Educativa de bueno o malo, esto no puede ser “un cheque en blanco”, merece y requiere ser objetivos, constructivos y serios en el análisis, evitando las descalificaciones per se, de unos o de otros, que solo abonan a la polarización de algo que es necesario, pero que debe dar todas las garantías de validez, confiabilidad, trasparencia y justicia que exige el derecho del pueblo de México a una educación de calidad.
Blanca,
con todo lo anterior solo pretendo aportar al debate educativo en este momento
histórico tan sui generis y trascendente de nuestra patria y solo eso. Recibe
un saludo afectuoso desde el verano austral de Santiago de Chile.
Atentamente,
Juan
Carlos Palafox Pérez de Salazar
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