Crisis en el Instituto Politécnico Nacional (Reflexiones desde lejos)
A últimas fechas y a 10
mil kilómetros de distancia de mi Patria (Del latín, forma femenina del
adjetivo patrius-a-um relativo al padre, también relativo a
los "patres" que
son los antepasados. De la
expresión terra patria la tierra paterna o de los
antepasados) he leído con suma atención, preocupación, y por la distancia
misma, con algún grado de falta de elementos de juicio, la crisis que se ha
suscitado a raíz de la “aprobación” del nuevo reglamento del Instituto
Politécnico Nacional IPN, quizá para muchos mexicanos y mexicanas la
institución de educación superior más cercana a lo mejor de los postulados de
lo que debe ser una educación con sentido social, nacionalista y de excelencia,
creada por uno de los más insignes y reconocidos presidentes del México del
Siglo XX, el General Lázaro Cárdenas Del Río, (General que ocupa la presidencia
de México después de la Revolución Mexicana y responsable de la Nacionalización
del Petróleo y de la propuesta educativa que se conoció como la Educación
Socialista).
No pretendo ser un
especialista en educación superior, ni mucho menos conocer en profundidad el
funcionamiento del Instituto Politécnico Nacional (soy egresado de otra
institución hermana, igualmente pública y patrimonio de todas las mexicanas y
mexicanos, la UNAM), y por ende no es mi intención emitir un juicio de valor
sobre el Anteproyecto presentado por la Dirección General del IPN, como tampoco lanzar adjetivos peyorativos, descalificadores o
insultos como algunos acostumbran hacer contra todo y contra todos, pero lo que
sí quiero dejar de manifiesto, es mi reconocimiento al profesionalismos,
detalle y claridad del análisis en México planteado
por el grupo #TodosSomosPolitécnico, el cual considero que
obliga a la autoridad a dar una respuesta a la altura de la sistematización,
prolijidad, rigor y respeto con que se les presentan las observaciones,
críticas y cuestionamientos a su anteproyecto. Felicito abiertamente al grupo
#TodosSomosPolitécnico por la seriedad de su planteamiento, ojalá todo sea por
el bien del Politécnico y por el bien del país.
Adicionalmente, he
observado en las redes sociales (FaceBook) comentarios como el de la
Sra. Angelica Cerbòn, quien ante una multitudinaria manifestación de
estudiantes del IPN (#Ciculaenredes), comentó: "Q tristeza años q el
IPN no hacia este tipo de desmanes", ante el cual me atrevo a comentar: "vivo demasiado lejos de
mi patria como para emitir una opinión muy informada de lo que está pasando con
el IPN, pero en la fotografía que se publica no veo ningún desmán, lo que si
veo, es una gran multitud de jóvenes y adultos ejerciendo su derecho humano y
constitucional de disentir; que ello cause molestias de tránsito y comerciales
a otras personas eso es innegable, pero de ahí a que en la foto se vea algún desmán, la verdad es que no lo veo. Lo que
si he podido leer desde donde vivo (Santiago de Chile) es el documento crítico
que hace el movimiento #TodosSomosPolitécnico, el cual analiza,
critica y observa artículo, por artículo, la propuesta de nuevo reglamento
promovido por la Dirección General del Instituto con una prolijidad, seriedad y
respeto, que considero merece que la autoridad asuma la misma altura de miras y
capacidad para responder, aclarar y llegar a la mejor solución para el INP, y
por ende para México."
Por otra parte,
igualmente en las redes sociales he sido testigo del video en el cual se ve la
misma multitudinaria manifestación (enlace) a partir del cual,
TELEVISA informó que dicha manifestación había reunido tan solo 6 mil personas,
a lo que considerando la evidencia gráfica del evento, hago la siguiente
reflexión: "Me parece que TELEVISA evidencia contundentemente un problema
que aqueja a toda la sociedad mexicana y que la película que promovió hace
pocos años "DE PANZAZO" puso de manifiesto en forma por demás fiel,
precisa y claramente, en México hay un terrible problema educativo: "NO
SABEMOS CONTAR", verdad señor Carlos Loret De Mola ...!!!
-"6 mil"
manifestantes- POR FAVOR!!! y usted quería que el Secretario de Educación
supiera cuantos maestros hay en todo el territorio nacional, si Televisa no
puede siquiera calcular racionalmente cuantos manifestantes pasan por enfrente
de sus narices... VER PARA CREER." Ironías de la vida.
Por último, también en
las redes sociales tuve la oportunidad de escuchar la grabación de una sesión
del Consejo responsable de haber elaborado, discutido y finalmente aprobado el
tan polémico Reglamento (http://www.etcetera.com.mx/articulo/filtran_grabacion_la_directora_del_ipn_habra_consulta_pero_el_reglamento_esta_aprobado/30364/
), en la cual claramente se escucha que
efectivamente hubo una construcción colectiva, colegiada y aparentemente
"representativa" de dicho Reglamento, lo que pone de manifiesto que
de ninguna manera esta propuesta fue el producto de una imposición unilateral y
dictatorial por parte de la Sra. Directora General del Instituto Politécnico
Nacional Doña Yoloxóchitl Bustamente Díez.
En fin, es evidente que
en este tema las cosas se salieron de control, que el hecho que hoy día 1 de
octubre de 2014 ya se esté planteando en las mismas redes sociales y en la
prensa escrita la renuncia de la Dra. Bustamante, es síntoma inequívoco de que
algo estuvo mal, de que no se hicieron las cosas con el cuidado e inteligencia
que un tema tan delicado como este merece.
A todo lo anterior, me
atrevo a adelantar una hipótesis explicativa de este fenómeno, no desde el
punto de vista académico y/o reglamentario porque como he dicho antes, no tengo
los elementos suficientes para ello. Lo que sí puedo arriesgarme a hacer, es
interpretar a partir de todos estos elementos, que fue lo que pasó desde el
punto de vista de la gestión política del polémico Reglamento.
1. Es claro que al
igual que el Dr. Jorge Carpizo McGregor cuando fue Rector de la UNAM y provocó
la huelga de 1986-1987 (http://www.ses.unam.mx/docencia/2012II/Acuna_CronologiaDelMovimientoEstudiantil.pdf),
también a la Dra. Bustamante le guiaba la mejor buena voluntad para mejorar los
niveles de excelencia de sus instituciones.
2. Es igualmente evidente,
que tanto el Dr. Carpizo como la Dra. Bustamente Díez buscaron el camino
institucional para proponer sus propuestas de mejora, la Comisión de Asuntos
Legislativos del Consejo General Consultivo en el caso del IPN. CRASO
ERROR...!!! muy esperable de quien siempre ha dado muestras de
institucionalidad, rectitud y orden.
3. También de la misma
forma que al Dr. Carpizo, es cierto que a la Dra. Bustamante le pasó por alto
que dichas Comisiones y Consejos no necesariamente están compuestos por
verdaderos representantes de las áreas e instituciones que en el papel dicen
representar, sino que se representan a sí mismos y a sus egos naturales
productos de largas carreras político-burocráticas, muy lejanos en los hechos
de las bases, de los alumnos, de los profesores y de los trabajadores.
4. Es claro por la
evidencia multitudinaria, lo prolijo del análisis crítico presentado por #TodosSomosPolitécnico y
los argumentos timoratos y débiles de algunos de los delegados en el audio, que si bien
analizaron, discutieron y en su caso “aprobaron” el Reglamento, no lo hicieron
mediante un procedimiento participativo de sus bases, sino solo a partir de su
propia experiencia, de su conocimiento más o menos profundo de su institución y
de sus propias opiniones y las de su círculo cercano.
Lamentablemente, este
natural error de creer que las instituciones y quienes les componen operan
fielmente como se espera de ellas (Comisiones y Consejos), no percibir el
natural deterioro, desgaste y anquilosamiento que normalmente observan con el
paso del tiempo, y no cerciorarse de cuál es su real representatividad,
capacidad y convocatoria, antes de encomendarles una responsabilidad tan seria,
delicada y sensible como lo es reformar el reglamento de una de las
instituciones de educación superior más importantes de México, el Instituto
Politécnico Nacional (IPN), ahora está cobrando un tributo muy caro, quizá la
renuncia de la Dra. Doña Yoloxóchitl Bustamente Díez, lo cual representa una
verdadera lástima para quienes sabemos de su trayectoria, profesionalismo y
entrega por el IPN; y/o quizá en el peor de ellos, caer en una suerte de caos
institucional que solo, en última instancia, sea el caldo de cultivo para que
se instrumenten políticas que en los hechos si perjudiquen al “Poli”.
Finalmente, solo deseo
expresar mis mejores deseos para que al igual que en mi alma mater, la UNAM, este
proceso de reforma, inconformidad, manifestaciones, paros y huelga, ojalá traiga
en definitiva, una mejora en los actuales niveles de excelencia del Politécnico,
y como lo he mencionado antes, en la educación mexicana en su conjunto.
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