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lunes, 1 de julio de 2013

Evaluación educativa. Elementos, consideraciones e interpretaciones.

Elementos, consideraciones e interpretaciones de la evaluación educativa.

Texto publicado por la Revista de Educación y Cultura AZ. pp 38 a 43 

 Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar
Consultor internacional en
planificación, gestión y evaluación de la educación.

http://jcpps.blogspot.com    jcpps@hotmail.com

 
Antes de emitir una opinión sobre el tema de la evaluación de la educación mexicana, sus consideraciones e interpretaciones es necesario considerar ciertos elementos de entrada.
Primero, es irrenunciable e innegociable el derecho del Estado mexicano de evaluar todas y cada una de las acciones que son de su responsabilidad, sean de carácter económico, social, político, de seguridad, sustentabilidad o de cualquier otra índole que la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal le confiera. Esto es una obligación y un derecho inalienable del Estado, nos guste o no. No es posible pensar en un Estado que no evalúe lo que hace, como tampoco es sano que una organización humana no evalúe lo que hace, para saber si va en el camino correcto o no, ante los objetivos que se plantea.
Segundo, la evaluación educativa no es un fin en sí misma, ni representa la fundación del sistema educativo mexicano, éste, deviene de muchas décadas atrás y está compuesto por diversas acumulaciones históricas, producto de varias generaciones de mexicanos y mexicanas. No se llegó al actual estado de cosas por arte de magia ni venimos de una situación mejor. Sólo por mencionar un dato, hace 100 años México tenía 80% de analfabetos y durante esos mismos 100 años hemos pasado de 15 millones de habitantes a 117 millones, esto es: 1 millón en promedio más por cada uno de estos 100 años y ahora sólo 7% ostenta esa lamentable condición. La evaluación educativa debe ser un mecanismo para mejorar la educación, y no como algunos esfuerzos evaluativos recientes, que se han trasformado en fines en sí mismos, olvidando el objetivo que pretendían (por ejemplo, se han acumulado más de 80 millones de las pruebas Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (enlace) y no existe evidencia de haber avanzado en algo, dato mencionado también por José Ángel Pescador en declaraciones al periódico Reforma (11-jun-2012).
Tercero, dentro de las acumulaciones históricas que componen el actual Sistema Educativo Mexicano están los legítimos derechos adquiridos de los trabajadores de la educación, nótese que escribo legítimos con cursivas, esto en función de que dichos derechos son los que responden unívocamente a las legítimas obligaciones que los trabajadores de la educación se comprometen a partir de su nombramiento. La Evaluación Educativa y de los Docentes debe reconocer irrestrictamente estos legítimos derechos, siempre y cuando se cumplan con las legítimas obligaciones contractuales que les vinculan.
Dicho desde otra perspectiva, el hecho educativo, aun cuando responde al ejercicio de un derecho humano (El derecho a la Educación, artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos), también está delimitado por la confluencia de otro derecho humano, definido en el artículo 23 de la misma Declaración, el derecho al trabajo.
En la confluencia de estos dos derechos humanos —a la educación y al trabajo—deben determinarse los alcances y limitaciones de la evaluación educativa y, por ende, la de los docentes.
Cuarto, las terribles condiciones de inequidad social y económica que caracterizan a nuestro país hacen que el entorno y los medios en que se da el hecho educativo también se vean arrastrados a estas condiciones en las que no necesariamente se observan los apoyos y las retribuciones que compensen dichas condiciones en contextos menos favorecidos. Todo lo contrario, a entornos de mayor pobreza y rezago social corresponden condiciones educativas más precarias y limitadas, por lo que la evaluación educativa y la de los docentes deberá observar dichas inequidades.
Quinto, concomitante con el anterior elemento (condiciones del entorno y los medios educativos), está lo que podríamos llamar “la materia prima”: los alumnos mismos. Según la investigación educativa dura de todo el planeta (incluyendo el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, pisa; el Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias, timss, y el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, llece), generalmente la variable que más gravita en los resultados del aprendizaje en países de alta diferenciación sociocultural o inequidad como el nuestro, es el capital cultural de entrada de los alumnos, cuyo mayor “predictor” es el grado máximo promedio de educación de sus padres, por lo que no aislar el efecto del capital cultural de los alumnos en los resultados de enlace, generalmente será una forma de estigmatizar a los alumnos menos favorecidos y sobredimensionar a los más beneficiados; de profundizar las inequidades sociales existentes; y, resultará del todo injusto para los docentes, pues los resultados de alumnos con bajo capital cultural, será bajo, en comparación con los docentes cuyos alumnos tengan un capital cultural alto. 
Lo expuesto en los puntos anteriores no se resuelve por decreto o con reformas educativas cupulares, por más inteligentes y bien intencionadas que sean; se resuelve con apertura, debate, reflexión social, pero sobre todo, con honestidad y verdad. Si la autoridad no hace gala de estas cualidades, no se abre a sustentar sus modelos y sí asume una posición de poseedor de la verdad absoluta, sin aceptar la participación y el debate de altura, el proyecto de evaluación provocará desconfianzas y rechazos. Es necesario un proceso de legitimación social del desarrollo evaluativo y, con mayor razón, de legitimación por parte de la comunidad educativa.
Por otra parte, para neutralizar las distorsiones de los factores externos y de contexto en las evaluaciones educativas, técnicamente no basta con imputar a las escuelas el índice de marginalidad de las localidades elaborado por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (inegi), ya que ni los planteles tienen condiciones consistentes con dicho índice, ni los alumnos que asisten a ellas pertenecen necesariamente al entorno donde ésta se ubica, sólo baste ejemplificar con las escuelas públicas que se hallan en barrios de alto ingreso, cuyos alumnos generalmente no pertenecen a dicho entorno, sino que habitualmente son hijos de los trabajadores de tales zonas.
Tampoco, se resuelven estas distorsiones con las pretendidas “comparaciones entre iguales” que en algún momento se propuso en la SEP, de presentar los resultados separados por control (Privadas con Privadas, Públicas con Públicas) o por modalidad (Secundarias Generales con Generales, Técnicas con Técnicas, Telesecundarias con Telesecundarias, Indígenas con Indígenas, etc.), ya que esto tendería a ahondar aún más la inequidad y soslayarla, como también a “maquillar” la obligación del Estado Mexicano de garantizar una misma calidad educativa en cada nivel educativo sin importar controles o modalidades.  
Se requiere la construcción del Índice de Esfuerzo Escolar (iee),[1] que considere para cada alumno, el entorno y su capital cultural de entrada. Índice que no representa una complicación técnica importante, pero que lastimosamente en el pasado la Secretaría de Educación Pública (sep) o el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (inee) —responsables de las evaluaciones educativas— han asumido una actitud poco creadora o “temerosa” para proponer innovaciones propias y han preferido copiar lo que los países del “norte” hacen —naciones cuyas realidades y necesidades nada tienen que ver con las nuestras—, u optan por sólo usar los resultados brutos.
Llegados a este punto, conviene hacer una acotación al respecto de las críticas a las evaluaciones educativas. Si bien es importante considerar las condiciones en que se da el hecho educativo y las diferencias de entrada de los alumnos en las evaluaciones educativas, a efectos de no comparar “peras con manzanas”, también es cierto que a partir de esta consideración se cuestiona la evaluación con argumentos del todo equivocados, simplistas e invalidantes de todo esfuerzo evaluativo. A partir de lo anterior se hace necesario salir al paso, para aclarar algunos puntos.
La medición de los aprendizajes es a la educación lo que el metro es a la longitud. Es un instrumento de medida y sólo eso. Con esto lo que quiero decir —ejemplificando—, es que no importa que uno sea de estatura baja o muy alto para que sea legítimo usar el mismo metro para medirnos. Pensar que por tener menos de 1,50 metros de estatura debe usarse un metro distinto al que mida la altura de una persona que mida más de 2 metros es totalmente absurdo, no resiste el menor análisis y no es un argumento serio. El metro es uno y único para medir la dimensión denominada longitud, no importa si se es pequeño o grande.
Este argumento es igualmente válido para medir los rendimientos educativos, es totalmente absurdo lo que proponen algunos pseudoexpertos en educación,  como utilizar instrumentos distintos para evaluar una misma competencia, por el hecho de que las condiciones en que se da la acción educativa sea distinta o que los alumnos provengan de diferentes entornos. Hay que instrumentar procedimientos estadísticos básicos, que permitan aislar el efecto del contexto y rescatar el verdadero esfuerzo escolar o el valor agregado que la acción educativa y el alumno aporten. Lo anterior no se desdice cuando hablamos de comunidades que hablan distintas lenguas, de la misma forma que a nivel internacional, las competencias a evaluar en pisa son las mismas en todos los países, aunque varíe el idioma en que se expresan los instrumentos.
El problema no es el metro o instrumentos que se usen para medir, son los factores que se incluyen en la ecuación, la forma de interpretar las mediciones y cómo son presentados los resultados.
Para mejorar lo anterior, la propuesta es muy simple. La prueba enlace debería al menos: 1. Incorporar a la medición de los aprendizajes la ponderación de las distintas condiciones en que se da el hecho educativo en cada escuela, misma que puede rescatarse del formato 911 (o estadística educativa de inicio y fin de cursos); 2. Acompañar el instrumento de medición con entre dos a cinco preguntas adicionales, relativas a la educación de los padres de los alumnos o sobre las condiciones del hogar; 3. Medir el efecto de las distinciones recolectadas en los dos puntos anteriores en los resultados de la prueba enlace; 4. Descontar del puntaje bruto obtenido a nivel individual, el efecto citado en el punto anterior, y así reconocer el iee.
Un ejemplo de lo anterior lo he planteado en varios libros y publicaciones con respecto a los resultados de pisa y ahora lo vuelvo a presentar aquí —que no por repetido, pierde un ápice de validez y oportunidad—, para ejemplificar cómo pueden leerse de una manera más justa, objetiva y realista sus resultados, sin renunciar a los datos brutos que también son útiles para la toma de decisiones.


I.            Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, Informe PISA 2009 de la OCDE.[2]



En este ranking, México se ubica en el último lugar de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde), lo que confirma lo concluido en otras investigaciones, en tanto que si México se compara con los países de alto desarrollo, se encontrará generalmente en las últimas posiciones, mientras que cuando se incluyen países con desarrollos medios o bajos, su posición mejora de forma significativa, ubicándose en el tercer cuarto de la distribución total de pisa, incorporándose Uruguay por encima de México, y 17 países —dentro de los cuales quedan Colombia, Brasil, Argentina, Panamá y Perú— por debajo.
La mayoría de investigaciones “duras” en el mundo han demostrado que en países de alta diferenciación o inequidad social, gran parte de la variación de los puntajes se debe a las condiciones del contexto de los alumnos y posteriormente a lo que sucede en el aula, por lo que conviene analizar los resultados de pisa a la luz de algún indicador que dé cuenta de dicho contexto. Más adelante se presenta una correlación, una interpretación y un nuevo ordenamiento de los países en función del Índice de Desarrollo Humano (idh), mostrando sólo los países que cuentan con dicho índice para 2010 y destacando en el gráfico la ubicación específica de los de mayor y menor promedio, así como los latinoamericanos.

Se observa una alta correlación entre las dos variables (0,7253), lo cual da cuenta de que el desempeño escolar es un fenómeno fundamentalmente estructural, cultural, que está íntimamente relacionado con otras variables del desarrollo. La educación no es un hecho aislado que no necesariamente puede ser explicado en sí mismo, sino en su contexto. A cierto nivel de idh, es previsible determinado puntaje en investigaciones de naturaleza similar a pisa o enlace, por lo que conviene hacer un análisis de cuánto está por arriba o por debajo del puntaje previsible dado el idh de cada país, estado, municipio, sector, zona escolar, escuela, grupo o alumno, con lo cual estaremos más cerca de una evaluación más justa y realista del esfuerzo (iee), en función de su propio nivel de desarrollo. Así, tenemos el siguiente nuevo ordenamiento (incluye los países que cuentan con idh en 2010 y que participaron en pisa 2009):
Reordenamiento de países en función del iee

De la anterior tabla se puede deducir que el solo ranking que aporta pisa inicialmente puede ser interpretado de una forma más constructiva, en la cual se reconozca el verdadero esfuerzo escolar, mismo que indica lo que cada país aporta, o no, en función de su desarrollo humano concomitante a la aplicación de la prueba pisa[3] (iee).
Del nuevo ordenamiento se distinguen dos tipos de países. Uno, compuesto por aquellos cuyo rendimiento es superior al esperado (iee > 0), y el otro, con aquellos en los que es inferior al esperado (iee < 0). Se observa. entre otras cosas, que Corea del Sur, Finlandia y Nueva Zelanda, originalmente 1º, 2º y 3er lugar, pasan a ser el 5º, 4º y 18 en la nueva clasificación por iee, mientras que Turquía, que en el ranking original ocupaba el lugar 32, pasa al primer lugar del nuevo ordenamiento por iee, seguido por Indonesia, inicialmente en el lugar 44 y de Polonia, ubicado en el lugar 12.
En cuanto a los países latinoamericanos, también cambian sus posiciones. Mientras que Uruguay y Argentina bajan su ranking del 36 al 40 y del 45 al 46 respectivamente, México mejora del 37 al 33, Chile sube del 33 al 28, Brasil del 42 al 21 y Colombia del 40 al 14, con mucho el mejor país latinoamericano en función del iee.
México, que tiene un iee de -9,03, o sea 9,03 puntos en la escala de pisa por debajo de lo esperado dado su idh, además de mejorar su posición relativa en el ranking inicial de pisa 2009, se ubica por encima de países de la ocde como España, Estados Unidos, Irlanda, Luxemburgo, Australia y Noruega, inicialmente colocados en mejor posición, así como de Uruguay.
Con este ejemplo, lo que se busca es poner en el centro del debate que los rankings de cifras “llanas”, sin contextualizar, son útiles pero no suficientes e inducen a falsas apreciaciones y equívocos en los juicios de valor acerca de la calidad educativa que pretenden definir, ya que no es lo mismo los mayores puntajes, que los mejores puntajes, hecho aparentemente ininteligible para los detractores de la educación mexicana tan en boga hoy día.
Cuando el análisis se hace entre poblaciones iguales en cuanto a su nivel socio-cultural, el orden cambia sustantivamente. Error de apreciación que desgraciadamente se da desde el ámbito de las naciones, hasta el microcosmos de la comparación entre estados, escuelas, salones de clases y de los alumnos mismos, al compararlos únicamente por los puntajes llanos sin contextualizar, lo que lleva a considerar que algunas modalidades, tipos o localizaciones educativas sean mejores que otras per se (por ejemplo: secundarias generales en contraposición de las telesecundarias, escuelas privadas en comparación con escuelas públicas, urbanas con relación a las rurales o indígenas, etcétera), cuando en la realidad lo que sucede es que están en contextos distintos y atienden a poblaciones con diferentes capitales culturales.
En síntesis, la evaluación educativa es necesaria, quizá indispensable, pero de ninguna manera es justificable tratar de hacernos un “traje a la medida” para ocultar debilidades, como tampoco lo es hacer juicios de valor a partir de contextos distintos. Hay que hacer un uso más inteligente de las herramientas y avances que la técnica de la evaluación nos procura, para arribar a conclusiones válidas que lleven a decisiones lo más racionales posibles, en beneficio de la educación mexicana y de su mejora.




[1] Índice propuesto por el autor de este artículo en distintos textos.
[2] Escala de lectura en general, “Results: Executive Summary” The oecd Programme For International Student Assessment (pisa), http://www.oecd.org/pisa/pisaproducts/46619703.pdf, pág. 9.
[3] Es importante destacar que México es el país de la ocde con mayor porcentaje de estudiantes cuyo índice de entorno económico, social y cultural es menor que -1, con 58,2%, seguido por Turquía (58,0%) y Chile (37,2%). pisa 2009 Mensajes Clave para México, http://www.oecd.org/dataoecd/55/9/46640394.pdf.

sábado, 8 de junio de 2013

Comentarios al texto "ENLACE: ¿Qué vamos a hacer?" de Blanca Heredia.

Comentarios a lo publicado por Blanca Heredia en La Razón el día 8 de junio de 2013 http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=175668  y otros comentarios hechos a la misma colega en el 9 de febrero de 2013, los cuales no han tenido respuesta alguna de su parte y que deseo compartir públicamente.

Comentarios de Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar:

Estimada Blanca, aun cuando por mi anterior mensaje -el cual te reproduzco más abajo-, me doy cuenta que a pesar de que publicas tu dirección electrónica en tus intervenciones periodísticas, no necesariamente reaccionas o tomas en cuenta a quienes nos tomamos el tiempo de escribirte nuestra opinión a tus textos, ya sea -supongo yo- por falta de tiempo o quizá por considerarnos -en este caso concreto, por considerarme- que no estamos a tu nivel, de todas formas, quisiera hacerte nuevamente unas observaciones a tus dichos, que ya veré yo la forma de publicar por otro medio, ya que “La Razón” no admite comentarios directos a ellos en su versión digital.

Blanca, coincido y suscribo en este caso todo lo dicho por vos en el artículo que publica la Razón del día de hoy sábado 8 de junio de 2013, al cual solo me permitiría hacer algunos aportes o comentarios:

1.    Efectivamente no es nada estimulante el anécdota que relatas en tu texto, pero lo verdaderamente lamentable es que ello refleje una cultura, la cultura muy arraigada en México de la "tranza", de “la mordida”, de "el que no tranza, no avanza", de que "a mí no me den, póngame donde hay", del "no me doy por mal servido", etcétera, etcétera, etcétera..., que es tan común en México, es más, recuerdo un comentario atribuido al expresidente Adolfo López Mateos –qepd- (el cual seguramente vos no conociste por tu edad), que rezaba así: "los mexicanos formamos una larga cadena humana, donde todos tenemos metida una mano en el bolsillo del que sigue, y ¡ay de aquel que se atreva a romperla…!!!". Si mi querida Blanca, lamentablemente es así, es más, México a nivel internacional -y de eso vos debes haberte cerciorado cuando fuiste funcionaria de la OCDE- dentro de las muchas cosas buenas que le distinguen, cuenta con el terrible lastre de ser un país reconocido mundialmente por su nivel de corrupción, mismo que permea todas las capas y estamentos sociales, aderezado por una impunidad que raya en lo insólito e increíble, igualmente reconocida como existente desde la más alta investidura de la nación, hasta los niveles más bajos de la estructura social -a pesar de que haya una inmensa masa silenciosa que no participe de esa cultura de la corrupción y la impunidad-, cosa que en nada nos debe hacer sentirnos orgullosos, y si avergonzados, que además nos ha costado demasiado como país.

2.    Por lo expuesto en el punto anterior, es que he sugerido en varios libros y publicaciones[1] que en México se hace necesario priorizar ciertos valores en la educación, sin demérito de todo el bagaje valórico que se pretende enseñar, trasmitir, inculcar o como ahora pomposamente se dice “empoderar” en las nuevas generaciones a través de la educación, como una forma de atacar aquellos problemas que más lastiman nuestra identidad, que más envician nuestra diaria convivencia, que más indignan a nuestra sociedad -la violencia, la corrupción y la impunidad respectivamente-, como pudieran ser los valores del respeto a la vida, al estado de derecho y a la honestidad. Evitando con ello perdernos en un “mar” de intrincadas madejas de derechos y valores que acaban por ser meras declaraciones o listas a memorizar para el examen de civismo en las escuelas, pero que no tienen un significado y traducción real en los cambios de cultura que el país requiere y necesita con urgencia.

3.    Por otra parte, me referiré a la prueba ENLACE en sí misma, como instrumento que implique consecuencias de las llamadas “duras” para los docentes, ya mencionadas en la mal llamada Reforma Educativa mexicana – digo mal llamada educativa, porque hasta ahora solo ha dado señales de ser “administrativa” o “laboral”-, en tanto que ENLACE será uno de los elementos a considerar para determinar la permanencia o no de los docentes en sus cargos. De este tema deberán de hacerse cargo insoslayablemente las legislaciones o leyes secundarias de dicha Reforma, ya que los resultados de este instrumento (ENLACE), como ya se sabe y existe evidencia técnicamente rigurosa en todo el mundo, de que en ellos gravita además de la acción educativa intencionada de los docentes; las condiciones en que se da el hecho educativo, condiciones en el caso mexicano de extrema inequidad social y educativa; así como las diferencias de entrada del capital cultural de los alumnos que cada docente atiende; condiciones y diferencias que en países como el nuestro son a veces más determinantes en los resultados de pruebas estandarizadas como ENLACE, que la misma intención y preparación de los docentes. Es necesario entonces, como he manifestado en múltiples publicaciones la construcción de un Índice de Esfuerzo Escolar[2], el cual aísle y controle las distorsiones que generan las condiciones de inequidad y las diferencias de entrada de los alumnos, a los efectos de poder rescatar el verdadero esfuerzo realizado por los alumnos y los docentes, para así poder instalar un verdadero sistema de capacitación ad hoc a las necesidades y de estímulos, recompensas y en última instancia la no permanencia de los docentes. Decidirse en primera instancia por la no permanencia de los docentes a partir de los resultados “brutos” de ENLACE, antes de instrumentar un sistema racional de capacitación, apoyos y reciclamiento de capacidades docentes y laborales, es una verdadera barbaridad, que denotaría ignorancia por parte de las autoridades y atentaría contra los legítimos derechos laborales de los trabajadores de la educación. 

4.    Adicionalmente, coincido con vos en que hay que revisar en detalle la supuesta mejora sustantiva que vos denuncias, reflejada en el incremento de la proporción de alumnos que se ubican como excelentes en ENLACE de 2006 a 2012, más aún, cuando en la prueba estandarizada que se aplica a nivel internacional -PISA-, no se han observado incrementos tan pronunciados, de la cual además sabremos los resultados de su aplicación 2012 a finales de este 2013, ocasión que permitirá hacer un análisis comparativo más acucioso, sin que esto quiera decir que definitivo, ya que la misma también adolece de diversas limitaciones, que no viene al caso mencionar aquí. Tarea de revisión que muy bien pudiera asumir el nuevo INEE en su calidad de responsable de la Evaluación de la Educación mexicana, en tanto se entiende el término “Evaluación” como emitir un juicio de valor y no solo aportar datos, reportes e informes –algunos verdaderamente ininteligibles para quienes debieran ser sus principales usuarios, los docentes-, así como haciendo honor a la supuesta nueva “independencia” y “autonomía” que le debiera significar su estatus orgánico y político. 

5.    Por último me referiré a lo que vos indicas al final de tu texto “el balance costo-beneficio de usar ENLACE para evaluar a los maestros”. Renunciar a este ejercicio de evaluación, a lo que ha significado la aplicación de más de 100 millones de pruebas, a la información ahí contenida y a la que puede incorporarse con sucesivas aplicaciones, sería una verdadera “estupidez” con perdón de la palabra. El hecho de que la complejidad de la aplicación, el inmenso volumen que el operativo en sí significa, las fugas de información y la falta de explotación racional de esta información en el pasado, pudieran justificar la eliminación de este esfuerzo evaluativo a los ojos del sentido común, eliminarlo sería un verdadero despropósito, disparate, desatino, insensatez o hasta se podría catalogar como esquizofrenia del sistema, sería tanto como tirar a la basura más de 100 millones de dólares, suponiendo conservadoramente un costo mínimo de 1 dólar por prueba aplicada y procesada (costo que incluye la investigación asociada al diseño del modelo de evaluación implícito, los ítemes, las pruebas, sus sistemas de seguridad, su reproducción, su trasporte, la capacitación de los aplicadores, sus honorarios, el proceso de su información, el análisis de sus resultados, el diseño de la publicación de resultados, su publicación en sí, los sueldos y salarios de toda la estructura educativa, etc.). No es posible que una inversión de esta magnitud se deseche “así nomás”, eso sería tanto como sumarnos a la corrupción e impunidad que se cuestiona en este artículo. Más bien lo que se hace necesario, es que se reoriente, se redirija y se pongan los señores del área de evaluación de la SEP y del INEE a trabajar y a optimizar el uso y explotación de esta basta y riquísima información acumulada y por acumular, como elemento de juicio para informar, evaluar y hasta denunciar el estado real de la educación mexicana y sobre todo para apoyar directamente la mejora educativa del país, pero por ningún motivo tirar a la basura todo el bagaje de información acumulada, si es necesario, lo que debiera revisarse y en su caso cambiar, es el cuerpo de funcionarios que no han sabido hacer una utilización racional de este esfuerzo faraónico de todo el sistema educativo nacional, en ellos cabe la responsabilidad de no haberle dado el verdadero uso y valor que tiene.  

En fin, ojalá esta vez tenga más suerte y si podamos entablar un diálogo constructivo sobre estas temáticas que a ambos nos inquietan, a los efectos de retroalimentarnos y aportar algo al debate de tan importante tema, como lo es la educación mexicana.

Dejo entonces hasta aquí mis comentarios y te mando un saludo afectuoso.

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[1] "Un ejercicio de educación comparada, México en el contexto internacional" y "Evaluar y rendir cuentas en educación… ¿para qué?” publicados en la serie de libros "Una Propuesta para México", tomo “Hacia una Educación Diferente”. Publicado por “Agenda para el México Contemporáneo A.C." Edición en español, 8 de noviembre de 2012.

“El Futuro de la Educación Mexicana, apoyado en su pasado y visto desde su presente”. En el libro “La Disputa por la educación. Por el México que queremos”. Editorial Aguilar. pp 293-333 http://www.librosaguilar.com/mx/libro/la-disputa-por-la-educacion/ Edición en español, Nov. de 2011.

[2] “Algunos apuntes para la legislación secundaria de la Reforma Educativa Mexicana”. Revista de Educación y Cultura AZ. pp 40 a 45 http://www.educacionyculturaaz.com/069/069-AZMAYO2013.pdf Edición en español, May. de 2013.

“Los extremos de un sub-continente. La educación mexicana y chilena, un ejercicio de análisis comparado y un primer acercamiento a una Línea de Base.” Revista de Educación y Cultura AZ. pp 6 a 29 http://www.educacionyculturaaz.com/articulos-az/los-extremos-de-un-sub-continente-la-educacion-mexicana-y-la-chilena-un-ejercicio-de-analisis-comparado-y-un-primer-acercamiento-a-una-linea-de-base/ Edición en español, Mar. de 2013.

“La utopía anunciada: la autonomía del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa INEE y la mejora de la calidad de la educación mexicana” Revista de Educación y Cultura AZ. pp 31 a 35. http://www.educacionyculturaaz.com/064/064-AZDICIEMBRE2012.pdf Edición en español, Dic. de 2012.

“El Privilegio de la Duda…”. http://jcpps.blogspot.com/2012/10/el-privilegio-de-la-duda.html  Edición personal en español. Noviembre de 2012.

Atentamente,
                        Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar
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From: jcpps@hotmail.com
To: bherediar@yahoo.com
Subject: Consulta completa
Date: Sat, 9 Feb 2013 04:32:45 +0000

Estimada Blanca, no sé si me recuerdas, mi nombre es Juan Carlos Palafox y trabajé en el tercer piso del mismo edificio donde vos te desempeñaste como responsable de la Oficina de la OCDE en México (Presidente Masaryk 526, Polanco), en cuyo momento yo era el coordinador del área de educación de UNESCO-México (2006 a 2009) y en alguna ocasión nos cruzamos o coincidimos en algún evento específico. Dicho lo anterior, me atrevo a distraer tu atención, en primer término, para enviarte un saludo afectuoso y en segunda instancia, para manifestarte varias inquietudes que me surgen a partir de algunas notas que te he leído en distintos medios de comunicación, en particular en tu nota publicada el día de hoy en http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=158802 titulada La evaluación educativa según la Sra. Gordillo.

Si bien coincido con algunas partes de lo que vos argumentas, me parece que no incorpora todos los elementos de la ecuación, como corresponde a un fenómeno de la complejidad como lo es el tema educativo y su calidad.

Se dice inicialmente en la nota de referencia:

Su primer cuestionamiento (aludiendo a la Maestra Elba Esther Gordillo) se refiere “[a] quienes están legitimados para decidir acerca de ella [la evaluación educativa], a partir de qué premisas y qué se busca una vez obtenidos sus resultados”. Sus preguntas son válidas. El problema, sin embargo, es que para ella la autoría de un determinado instrumento de evaluación pareciera más importante que su contenido. Dicho más claramente, a la Sra. Gordillo lo que no le gusta de PISA, por ejemplo, no tiene que ver con si es o no un instrumento riguroso y mide bien lo que hay que medir, sino con que su diseño y gestión sean coordinados por la OCDE.

En relación a lo expuesto en este punto conviene precisar: 1. la OCDE no es especialista en la materia educativa; 2. tiene un sesgo en cuanto al perfil de países que tienen el mayor peso de decidir sobre el qué y cómo se construyen los instrumentos; y 3. sus instrumentos no evalúan a la totalidad de los educandos de la educación de los países en que se aplica, sino solo a una muestra. En cuanto lo primero, baste con una metáfora, si vos tuvieras un fuerte dolor de estómago, ¿te atenderías con un veterinario? ciertamente el veterinario tiene conocimientos sobre múltiples padecimientos, pero ¿no sería mejor atenderte primero por un médico general o en caso dado por un gastroenterólogo? y solo a falta de ellos recurrir al veterinario. En el segundo aspecto, relativo el sesgo inherente a los instrumentos, vos, yo y todo mundo sabe que la OCDE es un Organismo en cuyo seno participan con voz y voto países que generalmente pertenecen a los llamados desarrollados (con algunas excepciones), cuyo peso específico en la Organización y en lo que ella hace son determinantes, por lo que sus visiones del mundo se filtran a sus instrumentos. Finalmente, la cobertura de los instrumentos de PISA, a nivel de países no se aplica al total de los alumnos sino solo a una muestra de chicos de 15 años de edad, mediante una prueba de papel y lápiz, aplicada en una sola ocasión, por lo que da cuenta aparentemente -parafraseando a los organismos de sesgo económico como la OCDE- del "producto terminado" a nivel de país, lo cual según la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la Ley General de Educación, es responsabilidad del Ejecutivo Federal y sus homólogos estatales, de nadie más. Por lo que si hay alguien a quien responsabilizar del "producto terminado" según el Estado de Derecho, es al Ejecutivo Federal, al Secretario de Educación y a sus homólogos estatales. Y aquí cabe la pregunta, ¿están dispuestos los Secretarios de Educación Estatales, el Secretario de Educación Pública nacional y el Jefe del Ejecutivo Federal responsables por Ley de la educación mexicana, a ser destituidos porque la educación mexicana salga mal en las pruebas de PISA de 2012 a publicarse sus resultados a fines de este año? o ¿están dispuestos a que se les aplique la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos a los funcionarios de las administraciones anteriores por dichos resultados?, si no lo están arguyendo que no es posible compararnos con países de realidades socioculturales distintas (comparar "peras con manzanas"), ¿por qué entonces los maestros si deberán ser destituidos a partir de una prueba muestral aplicada a poblaciones diferentes en condiciones distintas? Y dado que es muestral ¿cuáles de los maestros deberían permanecer? Por favor, esto no resiste el más elemental análisis.

En segunda instancia se dice:

Su segundo cuestionamiento apunta a que, según ella (siempre refiriéndose a los dichos de la Maestra Gordillo), la evaluación educativa que se viene aplicando en el país (ENLACE y PISA) no toma suficientemente en cuenta el peso de factores tales como: “la nutrición de los educandos, sus niveles de salud, el ambiente sociocultural en que se desenvuelven, o las condiciones físicas y de equipamiento de las escuelas” sobre el logro educativo. Lo ha dicho muchas veces, para la líder del SNTE las causas de nuestro desastre educativo se ubican, sobre todo, en factores extra-escolares, sobre los cuales ella y el gremio que representa no tienen ningún control. Sin negar el impacto de esos factores sobre la calidad educativa, la posición de la Sra. Gordillo revela irresponsabilidad sobre lo que sí le toca a ella y a los docentes. Y eso que sí les toca y que es lo que ocurre dentro de la escuela, importa y mucho. Así lo indica, entre otros, el número inusualmente alto de escuelas mexicanas cuyos puntajes en PISA, por ejemplo, son muy superiores a lo que sería esperable dado el nivel socioeconómico de su alumnado.

En relación a estos argumentos, me parece que para un periodista vale la expresión "desastre", buscan vender su periódico, elevar su rating o ser sintonizados en la radio, pero para cualquier académico me parece poco riguroso,  sin que de ninguna manera quiera yo decir que el nivel educativo de México no sea preocupante, al igual que la pobreza, la inequidad, la obesidad infantil, la corrupción, la impunidad, la violencia, etc., aspectos que a la luz de los datos duros comparables a nivel mundial, si pudiéramos emplear adjetivos mucho más crudos. Lo anterior lo digo como académico, ámbito donde se acostumbra llamar a las cosas por su nombre, pero no con adjetivos catastróficos y poco realistas cuando los datos duros comparables a nivel mundial no lo justifican, y no solo cuando se compara con los países desarrollados, calidad que no tenemos-. Por otro lado, no existe investigación dura en el mundo, incluyendo PISA y ENLACE que no reconozcan que efectivamente el nivel sociocultural de entrada de los alumnos es el factor que más explica los rendimientos educativos de los alumnos en pruebas descontextualizadas como las que estamos hablando y nunca he leído en sus informes el término "desastre" y si “preocupante, complicado, deficitario, bajo, etc.” Una regresión simple demuestra claramente que el rendimiento educativo de México en PISA2009, vinculado -por ejemplo- con el Índice de Desarrollo Humano, es muy cercano al esperado y por encima de países como: España, Estados Unidos, Irlanda, Luxemburgo, Australia, Israel y Noruega, países pertenecientes a la OCDE. Asimismo, si se analizan los resultados sin contextualizar de PISA2009 con la totalidad de los países participantes, entonces México se ubica en el 3er cuarto de la distribución y no en el último. Lo anterior indica que los maestros y el sector educativo mexicano logran los resultados esperables según el estado de las demás variables del desarrollo del país. (Una cosa puntual, que significa "número inusualmente alto", eso no dice nada en un universo de alrededor de más de 150,000 escuelas oficiales, ¿cuántas son inusualmente?, 5, 50, 500, 5,000, 50,000 ¿cuántas?)

Por último, en nota se dice:

Su tercera crítica (igualmente referido a lo dicho por la Maestra Gordillo) se refiere a las implicaciones para los docentes del tipo de evaluación educativa por aplicarse en México. El modelo de evaluación educativa sobre el que, pareciera, inspirarse la reforma aprobada recientemente, en efecto, reconoce al docente como la piedra angular de la calidad del sistema educativo y, en consecuencia, tendrá que vincular de alguna forma y como ocurre en cualquier profesión normal, la permanencia y promoción de los docentes en sus cargos con la evaluación justa y transparente de su desempeño. Estos elementos no son un capricho, sino el resultado de la investigación más sólida disponible a nivel nacional e internacional. Para la Sra. Gordillo, sin embargo, estos detalles técnicos y, más generalmente, todo lo relativo a la calidad de los aprendizajes de los alumnos, es pecata minuta. Lo que a ella le importa es conservar la gestión monopólica de los privilegios adquiridos de los docentes. De eso se trata su chamba.

En este punto coincido con vos en "reconocer al docente como la piedra angular de la calidad del sistema educativo y, en consecuencia, tendrá que vincular de alguna forma y como ocurre en cualquier profesión normal, la permanencia y promoción de los docentes en sus cargos con la evaluación justa y transparente de su desempeño", si y solo si, esas dos palabras se cumplen, JUSTA Y TRASPARENTE, ambas características que hasta ahora no han sido las que distinguen a PISA y a ENLACE, no porque sean injustas y/o turbias, sino porque no les ha interesado serlo, solo han puesto su énfasis en ser sistemas de medición y no necesariamente de evaluación, cuyos resultados además han sido manipulados por los medios masivos de comunicación en forma por demás descontextualizada, donde solo se ponderan las llamadas "carreras de caballos", donde obviamente Chile (país donde radico) y México (mi país natal) generalmente ocupan el penúltimo y último lugar respectivamente, ¿será entonces, siguiendo tu línea argumentativa, que los resultados igualmente "desastrosos" de Chile en PISA, también son culpa del SNTE? ¡¡¡POR FAVOR!!! El mal llamado "desastre" en materia educativa, es responsabilidad de quienes son también responsables de las demás variables del desarrollo, quienes no se han puesto las pilas y en el caso de nuestro país "han favorecido la política de dejar pasar y dejar hacer, si con ello garantizan sus privilegios", culpemos a quienes son los culpables, responsabilicemos a quienes son los responsables.

Ahora bien, todo lo anterior de ninguna manera quiere decir que yo afirme que la educación Mexicana o Chilena sea la que debiera ser, la que se desea y la que nuestros pueblos merecen, lejos estamos de lo que existe en otras latitudes; ni que justifique las malas prácticas que en materia sindical se dan en México, pero hay que ponderar en su estricta dimensión los distintos componentes de la ecuación y reconocer que ningún sindicato en toda la historia del sindicalismo a nivel mundial, ha renunciado a defender la permanencia laboral de sus agremiados, o ¿es que si los hay? Y por obvias razones, la representación sindical no puede esperanzarse a la locución conjuntiva o verbal “pareciera”, sino que su condición de representante de los derechos adquiridos de sus agremiados le obliga a vigilar que lo que “pareciera”, efectivamente sea trasparente y justo. En concreto, no esperarse a ver si sucede o no.

En fin, el asunto no es lineal, es un fenómeno sumamente complejo, multifactorial, sistémico y eminentemente cultural, por ello, hasta en tanto no haya claridad en las características finas del modelo, no es dable, ni por partidarios ni por detractores de la evaluación, calificar lo que apenas se esboza en la Reforma Educativa de bueno o malo, esto no puede ser “un cheque en blanco”, merece y requiere ser objetivos, constructivos y serios en el análisis, evitando las descalificaciones per se, de unos o de otros, que solo abonan a la polarización de algo que es necesario, pero que debe dar todas las garantías de validez, confiabilidad, trasparencia y justicia que exige el derecho del pueblo de México a una educación de calidad.

Blanca, con todo lo anterior solo pretendo aportar al debate educativo en este momento histórico tan sui generis y trascendente de nuestra patria y solo eso. Recibe un saludo afectuoso desde el verano austral de Santiago de Chile.

Atentamente,
 
Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar

lunes, 27 de mayo de 2013

Crónica de un viaje normal. Pero normal, normal, normal…

Si bien un aniversario siempre es una buena ocasión de celebrar y hacerlo con un viaje, el aniversario 37 no necesariamente tiene un significado especial, no corresponde a las bodas de Papel por un año, ni de Madera por los 5, ni de Estaño por los 10, como tampoco las del cuarto de siglo (de Plata), ni tampoco de los 35 de Coral, es más, ni siquiera tienen clasificación, por lo tanto la verdad es que no teníamos planeado ningún viaje.
Pero, como todo en esta familia siempre tiene un “pero” de sorpresa. Resulta que había un saldo a favor nuestro de LAN para hacer un viaje gratis corto, con vigencia para su uso hasta antes del 14 de abril de 2013, justo un mes antes del aniversario 37, por lo que decidimos usarlo para viajar a Buenos Aires Argentina el 10 de abril, sin motivo de celebración asociado.
El segundo “Pero”, resulta cuando días antes de la fecha programada LAN nos informa que debemos de cambiar la fecha por “x” razón y que podemos escoger cualquier nueva fecha, y ahí fue que pudimos asociar el viaje al aniversario 37.
Así dejamos que se llegara el día anterior al viaje para arreglar las cosas y justo entonces surgió algo malo, nos dimos cuenta que el pasaporte mexicano de RosaMaría ya estaba vencido, lo cual finalmente no fue tan malo, ya que Argentina acepta viajar con la Cédula de Identidad Chilena, así que el viaje seguía en pie y finalmente salimos al día siguiente con destino a la hermosa ciudad de Bs As.
El viaje estupendo, durante el cual aprovechamos para tratar ver la película que ganó el Oscar a la mejor película extranjera, Amor, la cual no terminamos de ver por la llegada a Bs As, y llegando apareció un nuevo “pero”, en el mostrador de migración de Argentina, la Cédula de RosaMaría no aparecía, se había extraviado, HORROR y LOCURA!!! Y ahí vamos de regreso, no podemos seguir y nos regresamos sobre nuestros pasos en dirección del avión en que habíamos llegado para buscar la dichosa Cédula, cuando de repente por la magia de siempre, en el camino aparece… Ufff que alivio y así pudimos entrar y emprender el viaje desde el aeropuerto de Ezeiza a Bs As.
Ya en el transporte otro “pero” más, en un trayecto normal de 20 a 30 minutos, resulta que entremedio nos topamos con una manifestación de los famosos “piqueteros”, así que hicimos el trayecto en el mismo tiempo que duró el viaje de Santiago a Bs As., 2 horas y media, “pero” ni tan malo, porque al llegar a la base de la compañía de transporte, RosaMaría logra que nos reintegren el costo de la segunda parte del pasaje; aun cuando igualmente y dado el tremendo embotellamiento citadino, mejor decidimos irnos a pie hasta nuestro hotel, a unas 10 cuadras de distancia, justo enfrente del emblemático Obelisco de la Av. 9 de Julio. El Hotel República, de la época de los 50, “recauchado”, muy bien acondicionado y con un excelente servicio por un precio razonable.
A partir de ese momento y hasta el final del viaje siempre fuimos agasajados por muchos y muchas argentinas encantadores, siempre dispuestos a atendernos, a orientarnos, a que pasáramos rico nuestro aniversario 37 en –quizá-, una de las ciudades capitales más hermosas de América Latina, con sus espléndidos edificios, plazas, balcones, etc., de finales del XIX y principios del Siglo XX, muy parecidos a los de París y otras capitales europeas, testigos fieles de una de las mejores épocas que ha vivido este gran país. Como buenos turistas, fuimos a muchos de los lugares que uno no puede dejar de visitar en esa calidad, la Casa Rosada, la Boca, el Congreso, el Teatro Colón, la Casa de Gardel, el Museo de Evita, la Catedral y además hicimos el recorrido turístico del TURIBUS que nos paseó, nos paseó y nos paseó por toda la ciudad en dos días, lo cual no se los voy a relatar dado que este no es un relato turístico, sino más bien anecdótico.
En una de nuestras andanzas se nos ocurrió que podríamos ahorrarnos unos dolaritos si lográbamos al final de nuestra estadía, no regresar al aeropuerto de Ezeiza en taxi o en el transporte especializado, el cual tiene un costo aproximado de US$40, sino en transporte público. Así que investigamos y efectivamente a dos o tres cuadras de nuestro hotel pasaba un autobús que hacía ese recorrido, el cual decidimos recorrer para conocer una ruta de la ciudad que no es turística, pero que permite palpar otra dimensión de Bs As y así además poder calcular el tiempo de trayecto real al aeropuerto por este medio y tenerlo en cuenta para el día de nuestro regreso.
Pero ahí surgió un nuevo “pero”, resulta que al llegar al aeropuerto de Ezeiza decidimos dar una vuelta dentro de sus instalaciones y cuando llegamos a sus puertas, nuevamente HORROR y LOCURA, siento un extraño frio en mi nalga derecha, síntoma inequívoco de la ausencia de mi billetera, de inmediato toco mi trasero y efectivamente, había desaparecido con mi pasaporte mexicano, Cédula de Identidad chilena, formularios de entrada a la Argentina y de salida de Chile, licencia de manejo, tarjetas bancarias, tarjetas personales, entradas a la función del circo sueco que habíamos comprado de mañana, recibo de pago del hospedaje del hotel, unos pocos dólares y otros pesos chilenos, etcétera. Desesperado decido correr hasta donde nos había dejado el transporte público (unos doscientos metros) y nada, ya no estaba, con toda la angustia del mundo le digo al guarda mi desgracia, quien al principio no me da ninguna esperanza diciéndome: “mire usted, no me dijeron nada, así que yo creo que alguien la debe haber recogido y no nos la entregó o la perdió en otro lado”, pero que al llegar un nuevo colectivo rectifica y me dice “a ver déjeme ver”, se sube al nuevo colectivo y desaparece, para que detrás de ellos, llegue otro colectivo del cual reconozco que el chofer es el mismo que nos había traído, así que de inmediato subo a la unidad y busco la billetera, pero nada, por lo que me dirijo al chofer y lo increpo diciéndole “oiga, usted nos acaba de traer y a mí se me calló mi billetera aquí, alguien se la entregó?”, se me queda mirando con cierto escepticismo y me contesta: “tiene usted razón”, ya viene el guarda con ella en la siguiente unidad, lo cual efectivamente fue así, no sin desaparecer los dólares y los pesos chilenos de su interior. Una cosa por otra, el dinero sustancioso lo traía fuera de la billetera en pesos argentinos.
Así seguimos pasando nuestro lindo aniversario, visitando lugares históricos, monumentos, plazas, boliches, etcétera, siempre envueltos en la calidez, simpatía y buena onda de los argentinos, lo cual no quiere decir que todos fueran así y para ejemplo un botón, un letrero de un kiosco que fielmente contravenía las buena disposición de todos los demás diciendo “no se de buses, no se de calles, no soy la guía de Bs As”, del cual no pude abstraerme y le tomé una foto solo para ser increpado por el dueño del kiosco que me reclamó airado “qué, no le gusta”, a lo que le contesté riendo “no solo no me disgusta, sino que me encanta, jajajaja”
Finalmente como todo viaje, se llega al final y así hicimos las últimas compras de rigor, desocupamos el hotel, tomamos nuestras pertenencias y nos dirigimos al aeropuerto en el transporte ya identificado previamente, el cual para sorpresa nuestra enfrentó como buen viernes en cualquier ciudad capital latinoamericana un tráfico tremendo, así que poco a poco el tiempo se nos iba agotando hasta que en un momento dado decidí a medio trayecto que mejor nos bajáramos y tomáramos un taxi, mala decisión ya que por esos rumbos casi no pasan taxis y los que lo hacen o van por la vía de alta velocidad, o van ocupados, o ya van a descansar, por lo que la cuestión se complicó aún más y más, sobre todo si consideramos que por la angustia se nos fueron dos o tres vacíos que no vimos a tiempo, pero finalmente pasó uno que si pudimos abordar y a toda prisa nos llevó hasta el aeropuerto, pero, nuevamente el pero nefasto de siempre, con la mala suerte de que ya llegamos justo a la hora marcada para el despegue de nuestro vuelo, con la seguridad de que lo habíamos perdido, pero no tan nefasto, porque resulta que los empleados de AirCargo empresa estatal encargada de las labores de carga y descarga de pasajeros y equipajes le habían declarado la suspensión del servicio a LAN, únicamente a LAN y justo a partir del vuelo que nosotros debíamos de abordar, por lo que no tan solo no había partido, sino que no partiría ya al menos en las próximas 24 horas, así que ya podrán imaginarse si bien no perdimos el vuelo, si estábamos varados en el aeropuerto y no sabíamos cuál sería nuestra situación, cuantos días tendríamos que pasar en el aeropuerto o que pasaría con nosotros, ya que ni LAN ni AirCargo se hacían responsables de nada, echándose la culpa el uno al otro, mientras cientos de pasajeros airados y frenéticos estábamos a punto de hacer un desaguisado en las instalaciones del aeropuerto, todo en tanto RosaMaría muy campechanamente leía un periódico sentada en una banca del aeropuerto. De repente, entre medio de tanto alboroto se acercó a un funcionario de LAN, le dijo algo que no alcance a oír, volteó y me dijo: “ven”, la seguí y me llevó a un buen restaurant donde dijo: “qué quieres comer, LAN invita”, sorprendido porque solo a ella se lo habían otorgado y sin salir de mi sorpresa comí sin chistar y una vez terminado volvimos al mostrador de LAN donde aún seguían los pasajeros reclamando, a los que me uní y poco a poco los ánimos se fueron caldeando, hasta que de repente se me ocurrió preguntarle al empleado de LAN que hacía esfuerzos por explicar lo inexplicable “donde están las oficinas de AirCargo”, a lo que un pasajero uruguayo también varado me preguntó: “y para qué quiere saberlo?” contestándole en buen mexicano: “para irles a romper su madre”, respondiendo de inmediato el uruguayo: “excelente idea…jajaja”. La cosa es que de un de repente me di cuenta que efectivamente, la situación estaba llegando al punto de la violencia y entonces decidí buscar a RosaMaría a quien encontré nuevamente plácidamente sentada leyendo su periódico, al verme hecho un energúmeno, se paró, nuevamente se dirigió al mostrador de LAN y se perdió entre gritos e improperios de los pasajeros enardecidos. Al poco rato cuando yo leía el mismo periódico de ella, pasó una chica de LAN diciendo mi nombre, alarmado me paré y le informé que yo era, me dijo entonces “su esposa está en las oficinas, está bien, por favor espérenos aquí unos minutos” e igual que llegó se fue. Pasados 5 o 10 minutos volvió junto a mi mujer y otro joven que le brindaba apoyo, RosaMaría me guiñó un ojo y les seguí. Para no hacerles el cuento largo, les diré que acabamos como huéspedes de un hotel 5 estrellas cenando plácidamente.
Al día siguiente, nos dimos un placentero baño de tina y burbujas, desayunamos opíparamente, paseamos, almorzamos mejor aún y llamamos a LAN, quien nos informó que nuestro vuelo finalmente saldría a las 18 hrs., 24 después de su hora original y que mandarían un remís (taxi) a las 16 para que nos trasportara al aeropuerto. Llegada esta hora, estábamos listos en recepción para recibir el remís, dieron las 16 y 10 y nada, las 16.30 y nada, las 17.00 y nada, desesperados llamamos a LAN y nos informaron que ellos no podían resolver el asunto que nosotros lo hiciéramos, lo cual no estábamos dispuestos a hacer, así que en medio de telefonemas, discusiones y el apoyo amable de los empleados de recepción del hotel, finalmente apareció un remís a las 17.40 hrs, salimos de inmediato y al llegar al aeropuerto había una fila enorme, de donde nuevamente apareció un “ángel de la guarda” de mi mujer que de inmediato nos llevó directamente al mostrador, chequeó nuestro equipaje y nos dio los pases de abordar. Inmediatamente hecho esto corrimos, pasamos nuestros bolsos por los escáner de seguridad, seguimos corriendo y cuando estábamos por pasar migración, oímos alguien que junto con un empleado de la aduana gritaba reclamando “alguien ha visto mi saco, es blanco, etc.”, a lo que nosotros hicimos caso omiso, pero de repente al voltear a ver a las cosas que llevaba mi mujer vi que también cargaba mi saco blanco, lo cual no podía ser, ya que yo lo llevaba puesto, era el de aquella dama, que mi señora lo confundió con el mío y lo tomó a la salida del escáner de la aduana de seguridad, devolviéndoselo inmediatamente a la angustiada señora.
Y así después de dos horas y media volvimos a Santiago, no sin antes recibir un buen baño de Coca Cola que la azafata de LAN tuvo a bien brindarme en el trayecto, terminando de ver la película Amor y después de un viaje encantador por Buenos Aires, disfrutando de la amabilidad de los argentinos, de la belleza de su ciudad y de los anécdotas de nuestro viaje del 37 aniversario de casados, que se los cueto a petición de mi yerno consentido (calidad que le hace sentir muy orgulloso, a pesar de que es el único yerno que tengo…jajajaja), que no lo podía creer, pero que todos ustedes estarán de acuerdo conmigo que es un viaje normal, normal, normal… o al menos normal para la familia Palafox-Salgado.

viernes, 26 de abril de 2013

Pronunciamiento por la UNAM

Pronunciamiento en favor de la UNAM

http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2013_254.html

Pronunciamiento de Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar:

Por este conducto manifiesto mi solidaridad y apoyo al Rector José Narro Robles en favor de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, mi alma mater, cuya rectoría está ocupada por pseudoestudiantes a quienes en ningún momento les importa la Universidad, la educación y la patria.
Estas acciones atentan contra la educación pública que dicen defender, le hacen el juego a los intereses más mezquinos del lucro en educación, que buscan desacreditar a la UNAM, la Universidad de habla hispana mejor ubicada en los rankings internacionales, muy por encima del ITESM, el ITAM, La Salle, La Ibero y todas las demás instituciones de educación superior de México y el resto de América Latina.
Convoco a los jóvenes que ocupan la rectoría a descubrirse su rostro, a defender sus posturas como personas de bien, a manifestarse con nombre y apellido como lo hacemos todos los que nos oponemos a su actitud encubierta, turbia y obscura.
Es el momento de que los universitarios nos manifestemos abierta y francamente defensa de nuestra universidad, en defensa de la institución que nos dió la oportunidad de adquirir estudios profesionales por US$20.00 al año, en defensa de la educación pública mexicana, ejemplo en el mundo de justicia social y de excelencia académica. POR MI RAZA HABLARA EL ESPÍRUTU.
 

Algo sobre el magisterio en Guerrero

Comentario a la nota Titulada "El Correo Ilustrado. Algo sobre el magisterio en Guerrero." Publicada por La jornada el 26 de abril de 2013
(día de mi cumpleños 63)
 
Comentario de Juan Carlos Palafox Pérez de Salazar:
 
 
A 10 mil kilómetros de distancia se complica la lectura de una realidad tan compleja como la de mi patria, pero indicadores institucionales como los del INEGI hablan del estancamiento económico del país en los últimos 20 años, del incremento de la pobreza, de un aumento desmesurado de la inequidad, que aunados a las cifras oficiales de las muertes derivadas del crimen organizado (70,000 mil en el sexenio pasado) o de decenas de miles de desplazados por la misma causa, me parece que dan cuenta de un caldo de cultivo sumamente peligroso, donde la intolerancia y el autoritarismo debieran dar paso al dialogo y al debate de altura, so pena de que de no hacerse así y no buscarse esos causes, los actuales problemas locales se desborden y después sea demasiado tarde para resolverlos.
En este punto la Reforma Educativa tiene mucho que decir, la educación de un país no es un fenómeno aislado que pueda explicarse en forma descontextualizada, los problemas de descontento de algunos grupos del magisterio tiene raíces de largo aliento, son profundas, donde la corrupción, el descuido y la impunidad han hecho su modus vivendi, arrastrando a propios y a extraños, a maestros y autoridades a una espiral de violencia e intolerancia por un lado y autoritarismo y cerrazón por el otro, que en nada ayudan a entender los problemas y mucho menos a resolverlos.
El nuevo Instituto de Evaluación de la Calidad de la Educación (INEE), si se precia de ser independiente y objetivo, y en verdad quiere hacer honor a la palabra “EVALUACIÓN” habrá de emitir un juicio de valor sobre las causas de estas manifestaciones de inconformidad, de sus posibles consecuencias y de los caminos alternativos para resolverles. Menuda responsabilidad la que deberá afrontar el nuevo INEE.
No se trata solo de decirnos cuanto aprenden o dejan de aprender los niños y niñas mexicanos, sino porqué, porqué los niños, niñas y los jóvenes de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, etcétera, aprenden menos que los de Aguascalientes, Baja California, Nuevo León, etceterá, ese debe ser el fin último de este INEE nuevo, poner el fenómeno educativo en su contexto y denunciar con todas sus letras las causas estructurales que entre otras cosas han llevado a que el país sea el último lugar dentro de los que forman la OCDE en las pruebas internacionales de PISA y porque no se avanza, no se trata de que nos vengan a decir -tan solo- que avanzamos dos centésimas de punto o 20 puntos o un millón de puntos, sino porque no avanzamos lo que es necesario para el país, las causas, los responsables y que es lo que hay que hacer para revertir ese estancamiento.
Se trata de que el nuevo INEE, no solo mida los aprendizajes, sino que EVALUE, que explique el peso que cada una de las distintas variables que conforman el fenómeno educativo tiene en los aprendizajes de los estudiantes, en sus avances y retrocesos, como gravitan en ellos los métodos, los materiales, la formación docente, las condiciones de las instalaciones educativas, el equipamiento, la tecnología educativa, pero también, el compromiso de los padres de familias, los valores de la comunidad, la pobreza, la inequidad, la descomposición familiar, así como, la corrupción de los funcionarios o líderes sindicales, la venta de plazas, el control sindical, la ineficiencia gubernamental, etcétera. Se trata en fin de que el nuevo INEE ayude a entender las causas del actual estado de cosas en la educación mexicana, para poder trabajar o eliminar aquellas que limitan su desarrollo, apuntalar aquellas que le favorecen y redefinir las que le sean inocuas, ya sea desde afuera o desde adentro del sector educativo. Insisto, no se trata de que el nuevo INEE siga midiendo, se trata de que asuma su responsabilidad de evaluar, de estimar, apreciar y calcular el valor de todos y cada uno de los factores que inciden en el fenómeno educativo, tanto internos como externos a él y emitir un juicio de valor.
Mientras esto sucede, solo espero que los ánimos no se desborden, que la violencia no se apropie de la sociedad, y sobre todo, que los niños no sean los paganos de lo que en el pasado los adultos toleramos, fomentamos o no supimos afrontar y resolver con inteligencia, altura de miras y responsabilidad social, donde el interés superior de México hubieses sido el norte que orientara nuestras acciones y no nuestras visiones de corto plazo, nuestra zona de confort y nuestro egoísmo.
Señores Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública; y, Ángel Aguirre Guerrero, Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero, no me queda claro cuál sea su responsabilidad en esta manifestación de descomposición de la armonía nacional y del tejido social, pero lo que si me es totalmente claro -al igual que a todos los mexicanos y mexicanas-, es que a ustedes es a quienes compete resolver este problema, asúmanlo con la responsabilidad histórica que corresponde, con la visión de estado que esperamos todos los mexicanos, y siempre, anteponiendo a todo el interés superior de la nación.

domingo, 21 de abril de 2013

martes, 9 de abril de 2013

Leyes secundarias de la Reforma Educativa

La efervescencia gremial y las tareas pendientes para la legislación secundaria de la Reforma Educativa Mexicana.

A últimas fechas se ha ido recrudeciendo algunas manifestaciones de oposición a la Reforma Educativa recientemente aprobada a nivel constitucional, hecho que denota al menos dos cosas. En primer término, temores justificados o no por parte de distintos grupos de docentes que ven en la instrumentación de la Reforma una amenaza a sus derechos laborales legítimamente logrados a través del tiempo -o a algunos no tan legítimos-; y en segundo término, la necesaria urgencia de iniciar un debate franco, democrático y respetuoso entre las diversas partes involucradas para construir el cuerpo normativo que permita operacionalizar racionalmente los postulados que indica la Reforma. En este sentido el presente artículo solo pretende ser un aporte inicial a dicho debate, a los efectos de poder plantear una guía de discusión ordenada y puntual que pueda guiar los análisis y ayude a la consecución del ansiado y necesario consenso en un tema tan crucial como lo es la educación mexicana.
Así entonces, de la lectura del texto de la Reforma Educativa recientemente aprobada a nivel constitucional en México, derivan algunos temas que la o las legislaciones secundarias reglamentarias deberán de aclarar, detallar, profundizar o hacerse cargo. Dentro de ellos se pueden agrupar dos grandes líneas de análisis que surgen de dicha Reforma. La primera, se refiere a los temas que directamente alude la Reforma Constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 2013; la segunda, dice relación con los temas no mencionados en la misma y que toda Reforma que se ostente como EDUCATIVA debe considerar.
Análisis del texto explícito de la Reforma Constitucional:

1.       En su párrafo primero la reforma postula “El Estado garantizará la calidad en la educación”, declaración del todo respetable y necesaria, pero que la legislación secundaria deberá responder entre otras cosas, en función del siguiente cuestionamiento ¿Cómo se hará esto en un entorno de inequidad social y económica?, qué mecanismos se propone el estado mexicano instrumentar para revertir los efectos que dicha inequidad impone al sistema educativo mexicano, sistema que generalmente y hasta la fecha, reproduce perversamente al interior del sistema educativo y de las escuelas las mismas condiciones de inequidad socio-económicas del contexto.
 
2.       Indica a su vez en el acápite b) de la fracción II del mismo Artículo Tercero que: “Adicionalmente, el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y media superior que imparta el Estado, se llevarán a cabo mediante concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan. La ley reglamentaria fijará los criterios, los términos y condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional con pleno respeto a los derechos constitucionales de los trabajadores de la educación.” de lo cual cabe cuestionarse si el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia a que se refiere este punto:
a.       Incluye al Secretario de Educación Pública, a los Sub-Secretarios de Educación Básica y Media Superior, a los Secretarios de Educación Estatales y a todos los mandos medios federales y estatales responsables en última instancia de los actuales y futuros niveles de rendimiento educativo de los mexicanos y mexicanas (en las pruebas estandarizadas internacionales (PISA), nacionales (ENLACE) y en los demás indicadores existentes que dan cuenta del estado de situación de la educación mexicana).
b.      Cuáles son los mecanismos para dotar a los funcionarios y docentes en cuestión de las herramientas técnicas pedagógicas realmente eficaces para mejorar su desempeño antes de cuestionar su permanencia.
c.       Cuáles serán los criterios para determinar la permanencia o no del personal que sea objeto de este postulado.
d.      En caso de que el rendimiento educativo de los mexicanos y mexicanas educados por el sistema educativo -objetivo primigenio de todo el sistema de educación nacional-, sea uno de los elementos a considerar para evaluar al personal, es necesario se indique con toda claridad en la legislación secundaria, de qué manera se neutralizará el efecto de la inequidad socio-económica en dichos rendimientos, con objeto de evitar las distorsiones perversas que se producen en la medición descontextualizada de dichos rendimientos educativos por este factor.

3.       En la Fracción VIII claramente se indica que “El Congreso de la Uniónexpedirá las leyes necesarias, destinadas,…  a señalar las sanciones aplicables a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones relativas, lo mismo que a todos aquellos que las infrinjan.” Esta última parte, adquiere una relevancia coyuntural a raíz de la historia reciente de la educación mexicana, en la cual todos los mexicanos y mexicanas fuimos testigos de un permanente “linchamiento” público de las instancias sindicales de la educación, que equivocadamente o perversamente se les responsabilizó del otorgamiento, autorización y pago de comisiones sindicales con goce de sueldos, las cuales son ilegales según la legislación vigente desde 1946 en los Artículos 5º, 51 y 52 del Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo de la Secretaría de Educación Pública, pero que los funcionarios de la SEP y de las Secretarías de Educación de los Estados otorgan, autorizan y pagan ilegalmente, sin que en ningún caso se les aplique la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.

4.       En la siguiente Fracción del nuevo Artículo 3º, la IX, se indica con toda claridad “Para garantizar la prestación de servicios educativos de calidad, se crea el Sistema Nacional de Evaluación Educativa…”. Esta expresión debe ser acotada a su verdadera dimensión e implícita responsabilidad, ya que no existe experiencia ni evidencia alguna en el planeta que indique que la creación de un Sistema o Institución de Evaluación Educativa -sea cual sea su modalidad de gestión, organización, nivel jerárquico, cobertura, dependencia administrativa o lo que sea-, haya garantizado la prestación de servicios educativos de calidad. A un sistema de evaluación corresponde la responsabilidad de medir, definir, diagnosticar, evaluar, emitir juicios, declarar, recomendar o hasta denunciar el estado de situación o hasta el futuro previsible de los servicios educativos, pero en ningún caso garantizar su calidad, esto, corresponde única y exclusivamente a la Secretaría de Educación Pública y a sus homólogas estatales, cualquier enunciado que responsabilice a otra instancia, es solo retórica sin sustento alguno en la experiencia mundial, por tal motivo se hace indispensable delimitar la exacta responsabilidad del Sistema Nacional de Evaluación Educativa a lo que le corresponde, a fin de evitar generar expectativas que desde ya, se sabe que no podrá cumplir por sí mismo.

5.       El acápite a) de esta misma Fracción IX del nuevo Artículo 3º dice “Diseñar y realizar las mediciones que correspondan a componentes, procesos o resultados del sistema;” En cuyo caso es recomendable que se tipifiquen dentro de los componentes del sistema, la existencia de los factores explicativos externos al ámbito de las escuelas, que son tan, igual o en algunos casos más importantes que los que operan al interior de las mismas, con el objeto de tenerles en cuenta, ponderarles en su justa dimensión y evitar con ello sus efectos distorsionantes en los resultados del sistema educativo. Así mismo no se plantea la creación del Índice de Esfuerzo Escolar IEE que dé cuenta del verdadero esfuerzo que cada alumno, docente, escuela, zona, sector, municipio, estado o el país en su conjunto hace en materia educativa, más allá de las condiciones de pobreza e inequidad en que se desarrolla el hecho educativo.

6.       En lo referente a los miembros de la Junta de Gobierno del nuevo INEE, se indica que deberán ser  “personas con capacidad y experiencia en las materias de la competencia del Instituto y cumplir los requisitos que establezca la ley” Conviene que a este respecto se limite en los hechos la selección de estas personas a lo dicho en la Reforma, o sea que deben ser  “personas con capacidad y experiencia en las materias de la competencia del Instituto” con evidencia documental que acredite que previamente hayan diseñado, realizado y dirigido evaluaciones cuantitativas, sistemáticas, duras y masivas referidas a la educación básica, principal objeto de estudio del cargo. Estos cargos no son de elección popular, no importa cuántas veces sea propuesta una persona para ocuparles, lo importante es que acrediten con hechos, investigaciones y publicaciones sobre evaluación de la educación básica tener, comprender y dominar las complejas técnicas y metodologías implícitas en los procesos de evaluación educativa, sus implicaciones y su significado en contextos de alta diversidad e inequidad educativa como la mexicana. Reitero estos cargos son de un perfil eminentemente técnico y de ninguna manera de elección popular.

7.       En lo tocante al Artículo Transitorio Quinto, Fracción I, dice: La creación de un Sistema de Información y Gestión Educativa. Al efecto, durante el año 2013 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía realizará un censo de escuelas, maestros y alumnos,…”.  Cabe hacer mención que si bien en el pasado inmediato alguno de los responsables de la Secretaría de Educación Pública no supo responder a un cuestionamiento insidioso de algún periodista sobre cuantos docentes, alumnos y escuelas existían en el país, esta omisión respondió más a la falta de oficio y conocimiento del sistema educativo del funcionario cuestionado, que a la falta de información en la SEP, ya que desde principios de la década de los 70’s del Siglo pasado, existe y opera en México uno de los registros estadísticos más avanzados y eficientes de al menos América Latina y El Caribe, que si no del planeta entero, el cual año con año desde entonces registra esta información mediante el formulario conocido por todos los docentes, directores, supervisores, jefes de sector y los funcionarios del sector educativo con una mínima cultura organizacional -el formato 911-, por lo que se hace necesario no duplicar esfuerzos ni generar gastos millonarios inútiles, cuando desde siempre se ha contado con la información referente al censo de escuelas, docentes y alumnos del país.

8.       Así mismo, el mismo Artículo Transitorio Quinto en su Fracción II indica La evaluación de los maestros debe tener, como primer propósito, el que ellos y el sistema educativo cuenten con referentes bien fundamentados para la reflexión y el diálogo conducentes a una mejor práctica profesional.”  Esto es en apariencia muy escueto, por lo que es recomendable que en la legislación secundaria se le dé  un carácter vinculante con la capacitación personalizada de los docentes en formación y en servicio, actual vicio del modelo en operación, donde la capacitación docente obedece a las corrientes pedagógicas en boga o a grandes tópicos generales o a las visiones de los funcionarios centrales en turno o a las reformas en tránsito o a los gustos de los propios docentes, temáticas todas relevantes y hasta cierto punto posiblemente necesarias, pero que no dejan espacio a lo importante, al diseño en forma sistematizada y personalizada de capacitación sobre aquello que los docentes requieren a partir de las carencias que denotan sus alumnos, ya sea en un año en particular “debilidades docentes de coyuntura (DC)” o a lo largo de varios años “debilidades docentes típicas (DT)” detectadas por los sistemas de evaluación del rendimiento educativo, o sea capacitarlos en lo que se requiere.

9.       En la Fracción III de este mismo Artículo Quinto transitorio, acápite b) se dice: “Establecer en forma paulatina y conforme a la suficiencia presupuestal escuelas de tiempo completo con jornadas de entre 6 y 8 horas diarias, para aprovechar mejor el tiempo disponible para el desarrollo académico, deportivo y cultural. En aquellas escuelas que lo necesiten, conforme a los índices de pobreza, marginación y condición alimentaria se impulsarán esquemas eficientes para el suministro de alimentos nutritivos a los alumnos a partir de microempresas locales,”. En este tema conviene mencionar que en la pasada administración las escuelas de tiempo completo fueron inicialmente priorizadas a partir de los compromisos de campaña del anterior titular del Ejecutivo Federal, cuya visión inicial respondía a un enfoque asistencialista para las madres trabajadoras, lo cual de ninguna manera es despreciable, ni mucho menos renunciable de atender, pero que siendo la responsabilidad del sector eminentemente educativa y formativa, se hace necesario que una política de esta naturaleza vaya más allá del aspecto asistencial y se torne en un verdadero modelo pedagógico intencionado, que coadyuve a elevar la calidad educativa y a revertir las condiciones de inequidad en que se da el servicio educativo del país, donde actualmente los mejores servicio son otorgados a las poblaciones más favorecidas y las condiciones educativas más precarias y limitadas se dan a los grupos de población más carenciados, provocando con ello que la insultante e injusta inequidad que distingue al país se profundice y reproduzca. 

Análisis de las omisiones del texto de la Reforma:
10.   Quizá la omisión más relevante que se observa en el texto de la Reforma desde la perspectiva netamente educativa, dice relación con la ausencia total a lo largo de todo su texto de dos palabras: “pedagogía y didáctica” -el qué y el cómo del hecho y proceso educativo, su Leitmotiv-. En este sentido, las legislaciones secundarias que deriven de la Reforma Constitucional deberán de buscar la forma de traducir con toda precisión los aspectos pedagógicos y didácticos que se pretenden mejorar con ella, ya que de no trascender en ellos, la Reforma será solo una Reforma Administrativa, condenada como las anteriores a logros acotados a ese ámbito, sin repercusiones en los niveles de calidad de la educación. Dicho coloquialmente, será una reforma de “más de lo mismo” desde el punto de vista de qué se enseña -La pedagogía- y de cómo se enseña -la didáctica-.

11.   Falta explicitar la participación de la sociedad en el diseño de al menos los objetivos y alcances de la evaluación educativa, como una forma de legitimarle. En este orden de ideas, la experiencia reciente de los procesos evaluativos lejanos a la sociedad, y en específico a los trabajadores de la educación, han generado resistencias, dudas y en algunos casos verdadera oposición a su instrumentación. La evaluación educativa no es “una ciencia oculta”, responde a criterios técnicos claros y objetivos, debe ser holística y racional, por tanto debe someterse al escrutinio público sin temor, hacerlo de otra forma genera desconfianzas y produce la sospecha de que con ella se pretenden objetivos mezquinos o manipuladores, razón por la cual se hace necesario trasparentar criterios, procedimientos y objetivos a los efectos de consolidar su legitimidad y el empoderamiento social que le augure éxito.

12.   No se menciona nada sobre la modernización y adecuación de los modelos de formación docente según las nuevas expectativas de la Reforma Educativa. Es recomendable que las leyes secundarias definan los mecanismos que permitan que la Reforma filtre sus nuevos mensajes, procedimientos, mecanismos y criterios a los planes, programas y mallas curriculares de la formación docente, de tal suerte que se evite lo que en otras experiencias sucedió, en el sentidos que Reforma y formación docente, transitaron en vías distintas y en ocasiones contrarias.

13.   No se mencionan medidas específicas que blinden los recursos para la educación mediante fórmulas matemáticas o impuestos específicos. Conviene especificar rubros concretos de recaudación o ingresos públicos que deberán ser dedicados, si o si, a qué y en qué medida de las acciones educativas, más allá de las crisis financieras y vaivenes políticos. En este sentido, existe evidencia regional exitosa de ello, caso concreto, la República Oriental del Uruguay, donde los intestados se canalizan a la educación o en que existe un rubro impositivo específico dedicado específica y unívocamente a ella (en el caso mexicano pudiéramos pensar entre otras alternativas, a lo incautado al narcotráfico o a los “delitos de cuello blanco, etc.”).

14.   No se priorizan valores específicos como urgentes para formar o apuntalar en los educandos. Convendría definir un cuerpo mínimo de valores prioritarios, aquellos que más se han deteriorado en nuestra sociedad a últimas fechas, como el respeto al estado de derecho, a la vida, a la salud, a la honestidad, etc.,  reflejado en los altos índices de corrupción e impunidad, violencia generalizada, drogadicción, obesidad, delincuencia, etc., como una forma de reconstruir en el corto y mediano plazo el tejido y la paz social.

15.   No se mencionan medidas de control interno de la gestión educativa, ni de su trasparencia pública, de tal forma que se visibilice socialmente la gestión del sector en todos sus niveles, desde la oficina del C. Secretario hasta la escuela más apartada del país (recursos, personal, sueldos, horas y días laborales, etc.), mediante la publicación de los recursos existentes en todos los centros de trabajo (materiales, financieros, humanos y técnicos) que permitan el seguimiento de la gestión y el ejercicio de la contraloría social.

16.   No se vincula unívocamente la evaluación con el fomento, rediseño o eliminación de proyectos exitosos, inicuos o negativos respectivamente, como una forma de fomentar la innovación positiva que da resultados y de evitar el surgimiento de los llamados proyectos de “capricho” que responden tan solo al parecer de los funcionarios en turno, que no dan resultados y/o que consumen inmensas sumas de recursos.

17.   No se indican claramente las consecuencias blandas y/o duras de la evaluación, o si solo se trata de la permanencia de los docentes. Se hace necesaria la definición de distintos niveles de graduación de las acciones derivadas de los procesos de evaluación, de tal suerte que se dosifiquen medidas de apoyo, superación, reciclamiento, etc., antes de optar por la NO permanencia en el cargo.

18.   No se establece con claridad los alcances y limitaciones entre el Instituto y el área de evaluación de la SEP (ENLACE). Es indispensable delimitar con toda precisión los ámbitos de operación y responsabilidad de las distintas áreas involucradas en el tema de la evaluación educativa, de tal suerte que no se dé al traste con los elementos ya logrados en el sistema como la evaluación denominada como ENLACE, la cual si bien puede mejorarse, no es posible pensar en eliminarla, ya que ello sería tanto como renunciar al avance logrado 10 o 15 años o en el caso de la participación de México en procesos de evaluación en el contexto internacional su eliminación sería como volver al modelo anterior  de “mirarnos el ombligo” y perder de vista algunos elementos que nos indiquen cual es el avance del país en el concierto mundial.

19.   No se habla de la intención de revertir el pase automático en los dos primeros grados de la educación primaria. Revertir esta medida  sin argumentos educativos, más bien parece ser solo un revanchismo político, que la corrección de una estrategia educativa justificada, pero mal instrumentada. Lo cual ignora las bases teórico-constructivistas de esta medida, que pudiera significar volver a esquemas ya superados y renunciar con ello a instalar en el sistema educativo mexicano una medida verdaderamente pedagógica y didáctica exitosa en otras latitudes, pero que en nuestro caso le falto acompañar de los apoyos, criterios y mecanismos que una instrumentación exitosa implica, tales como: el seguimiento paralelo de los alumnos por su maestro durante los tres primeros años al menos; la capacitación de los docentes implicados en el manejo de las “competencias blandas” de los alumnos y el manejo de entornos familiares conflictivos; el diagnóstico, tratamiento inicial y canalización de deficiencia físicas, sociales y educativas de alta dificulta; etc., de tal forma de rescatar lo bueno que esta medida implica sin dejarse llevar solo por los aspectos negativos de su instrumentación por decreto.

20.   Se sigue omitiendo el tema de la gestión de la educación del Distrito Federal. A este respecto se hace necesaria “la declaración de mayoría de edad” política y administrativa de la educación en el Distrito Federal, igualando su estatus al del resto del país, trasfiriendo la operación de los servicios educativos al Gobierno de la Ciudad en los mismos términos en que funcionan en el resto del país, ya que no existe argumento técnico alguno que justifique el actual “tutoría” del gobierno federal en la entidad, igualando con ello las condiciones para todos mexicanos y mexicanas.      

Con el análisis anterior, de ninguna manera se pretende erguirse en pontificador de lo que se debe o no realizar en materia educativa en el país, ni mucho menos plantarse en oposición a la Reforma Educativa en curso, lo que se busca, es aportar un punto de vista más que se sume a los necesarios debates que el diseño de las legislaciones secundarias exige, a los efectos de lograr los elementos marco que permitan arribar a la tan ansiada y necesaria mejora educativa de nuestro sistema, construida por nosotros, para nosotros y desde nuestra propia perspectiva, evitando con ello caer nuevamente en la importación automática de modelos de otras latitudes que no corresponden a nuestro entorno o seguir ciegamente los dictados de organismos internacionales de quienes no se tiene evidencia en la literatura que sus recomendaciones hayan mejorado la educación en país alguno.